El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) alertó sobre la amenaza de incendios forestales en 977 municipios colombianos, debido a las altas temperaturas pronosticadas para febrero, producto del fenómeno de El Niño y la sequía en áreas como la región del Caribe y varios departamentos de la zona Andina.
Esta condición pone en riesgo a gran parte del país frente a posibles emergencias originadas por las llamas, según la entidad.
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El anuncio del Ideam subraya que la etapa de mayor riesgo se experimentará durante el segundo mes del año, atribuyendo el incremento en las temperaturas a la disminución de las precipitaciones y el fenómeno climático de El Niño.
Este fenómeno continuará hasta marzo, momento en el cual se espera una transición hacia una fase neutra. A pesar de anticiparse una temporada de lluvias para marzo, estas no serán suficientes para mitigar las condiciones prevalecientes de sequía.
“En marzo habrá una primera temporada de precipitaciones, pero no apaciguará lo que ha venido sucediendo”, resaltó el subdirector de Meteorología del Ideam, Jorge Giovanni Jiménez Sánchez.
Municipios y ciudades como San Andrés, Providencia, Santa Marta, Montería, Lebrija, Medellín y Rionegro figuran entre las más afectadas por este incremento de temperaturas en comparación con períodos similares en ausencia del fenómeno de El Niño.
Desde la entidad se enfatiza en la importancia de la conciencia sobre el uso del agua, especialmente en regiones impactadas por reducciones en las fuentes hídricas como el río Sinú, Chocó y Cesar. La monitorización a través de imágenes satelitales y el análisis de patrones climáticos juegan un papel crucial en la generación de alertas tempranas para prevenir los incendios forestales.
Aun cuando los puntos de calor detectados no representen fuegos activos, tienen un alto riesgo de escalarse a tales eventos. La acción humana, particularmente mediante prácticas como las quemas controladas, es un factor crítico en la ecuación de riesgos, exacerbando las posibilidades de brotes de incendios y heladas, estas últimas contribuyendo a la disminución de lluvias por el efecto de congelación del vapor de agua sobre la vegetación.
“A través de imágenes satelitales se generan las alertas, junto con variables como bajas precipitaciones, patrones en la zona, puntos de altas temperaturas. De esta manera, sacan la probabilidad de olas de calor e incendios. Los puntos de calor no significan incendios forestales, pero tienen probabilidad de llegar a ello”, destacó el subdirector del Ideam.
Y agregó que: “El material particulado de los incendios afecta la estabilidad atmosférica. De esta manera, las partículas se distribuyen a lo largo de las ciudades, deteriorando la calidad del aire. El monitoreo es crucial para llevar a cabo las alertas“.
Además, se resalta que las partículas liberadas por los incendios deterioran la calidad del aire, afectando la salud pública y el equilibrio ambiental en las áreas urbanas circundantes.
Ghisliane Echeverry, directora del Ideam, recalca que la presencia actual de condiciones más secas de lo habitual se debe tanto a la estación seca propia de estos meses como al intensificador efecto del fenómeno de El Niño, especialmente en las regiones de la Orinoquía, Andina y Caribe.
“Es importante entender que estamos en la temporada seca, algo usual para estos meses, principalmente en las regiones de la Orinoquía, Andina y Caribe, y el efecto está intensificado por el fenómeno de El Niño, con condiciones más secas de lo normal”, dijo la directora de la entidad.
El conocimiento y seguimiento de estas situaciones por parte de las autoridades y la población es indispensable para enfrentar y mitigar los impactos adversos de las condiciones climáticas extremas en Colombia.