Un repunte significativo en la violencia golpeó al Urabá antioqueño, evidenciado por 10 homicidios en tan solo tres días. Estos sucesos marcaron un aumento del 275% en el número de asesinatos para enero de 2024, en comparación con el mismo periodo de 2023, posicionando a este mes como uno de los más violentos en varias décadas para la región.
De acuerdo con cifras aportadas por la Policía de Urabá, en la que se cuentan 15 casos en la subregión, número que solo se aproxima a los datos de los hechos registrados en Medellín, donde se contabilizaron 18 asesinatos. Esta situación deja en evidencia la complejidad que se vive en esa región de Antioquia en cada ocasión que se presentan actos criminales. En 2023, el Urabá para este mismo periodo solo reportó cuatro casos.
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La racha de homicidios que arrojó el repunte se presentó entre el 9 y el 11 de enero de 2024, el primer día fueron asesinadas cuatro personas y los dos días restantes se reportaron tres casos. Justamente, el martes 9 murieron dos hombres en Apartadó, en un doble homicidio, y otros dos en Mutatá, en hechos aislados.
Según reseñó El Colombiano, el miércoles 10 de enero perdieron la vida tres personas de sexo masculino en Mutatá, Apartadó y Chigorodó, respectivamente. Mientras que para el jueves 11 la violencia dejó como saldo casos en Mutatá, Chigorodó y Turbo.
En algunos de estos municipios se presentaron ataques con sevicia en contra de las víctimas, en algunos de estos hechos, la persona atacada habría sufrido más de 10 impactos con armas de fuego, de acuerdo con el reporte de las autoridades del Urabá.
Apartadó y Mutatá reportaron el mayor número de asesinatos
Las autoridades regionales señalaron que los municipios con más muertos en esta subregión son Apartadó y Mutatá, que contabilizaron de cinco casos cada uno, situación que se hizo más crítica si se tiene en cuenta que en 2023 el primer pueblo solo contabilizaba un caso y el segundo no tenía asesinatos.
Adicionalmente, los otros municipios que ya iniciaron el conteo de asesinatos fueron Turbo, con dos casos; Chigorodó, con otros dos, y Vigía del Fuerte, que volvió a reportar un asesinato en su selvático territorio por primera vez desde 2021, en un hecho en el que la víctima murió en un ataque con arma blanca el martes 2 de enero de 2024.
Algunas de las causas que explican este incremento significativo, es que, por ejemplo, para la cifra de 2024 fue más alta que en 2022. El medio citado detalló que las autoridades avanzan en las investigaciones para esclarecer cada uno de ellos, aunque las pistas apuntan al Clan del Golfo, que tiene el control delincuencial de esta subregión, y las pandillas que tienen el manejo minoritario de los barrios en los grandes municipios.
Por otra parte, algunos expertos consultados por El Colombiano, atribuyeron este incremento de los homicidios a la operatividad ejercida por la Policía en contra de esta organización criminal. Que incluyó una captura a comienzos de enero en contra de Pedro Pablo Guzmán Usma, alias Pelomono, que era el cuñado de Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo, máximo cabecilla de esta organización criminal.
Sin embargo, esta no sería la única causa, ya que en municipios como Apartadó, Turbo, Chigorodó, Carepa y Necoclí hay una problemática marcada de confrontaciones entre las pandillas y estructuras criminales. La cual comenzó como delincuencia común hace una década, pero con el paso de los años y con el apoyo del Clan del Golfo cogieron fuerza delincuencial hasta ya ejercer el control del micrográfico y algunos territorios, según informes de inteligencia.
En sus inicios, estas estructuras no operaban así, solo se dedicaban a cometer hurtos menores y actos de vandalismo.