“El primer presidente de Colombia abiertamente izquierdista está envuelto en un escándalo”. Así titula la revista británica The Economist un nuevo artículo en el que el mandatario Gustavo Petro queda muy mal parado, debido a la gran cantidad de hechos polémicos que han salpicado a miembros de su equipo de trabajo y a su propia familia.
Nicolás Petro, su hijo mayor, es el primero en ser mencionado en el texto, debido al proceso penal que pesa en su contra por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito. Su situación jurídica parece no tener un buen final para él, pues será llamado a juicio; las audiencias preparatorias de juicio quedaron para el 29 y el 30 de abril de 2024.
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Es investigado por dinero que tuvo en su poder, cuya procedencia, hasta el momento, no ha podido justificar. Los hechos se remontan a 2022, cuando todavía fungía como diputado del Atlántico. Según reveló la Fiscalía General de la Nación, habría gastado 1.205 millones de pesos en artículos de lujo, arrendamientos y hasta en la cuota inicial para una casa. Pero, para entonces, solo tenía 280 millones de pesos en su cuenta, producto de su trabajo como servidor público, lo que no alcanzaba a cubrir todos sus gastos.
Eso quiere decir que hay 1.053 millones de pesos, de los cuales no hay registro. Se sabe que parte del dinero fue escondido en maletas y clósets. A esto se suma que, en 2023, Nicolás Petro reveló a la Fiscalía que recibió dinero ilícito del exnarcotraficante Samuel Santander Lopesierra, conocido como El Hombre Malboro y de otros hombres poderosos, como el político Máximo Noriega.
La revista comparó el caso del hijo del presidente con una historia que habría contado un reconocido novelista británico que escribió sobre espionaje y suspenso. “Mochilas llenas de dinero en efectivo, condominios en el Caribe y 1.100 millones de pesos inexplicables (281.000 dólares): estos parecen detalles de una novela de John le Carré, no material de documentos judiciales”, se lee en el texto periodístico.
El hijo del mandatario también aseguró que hubo dineros ilícitos que ingresaron a la campaña de Gustavo Petro en 2022, cuando ganó la presidencia. Frente a esto, The Economist precisó: “Lo crucial del asunto es si este dinero sucio ayudó a su padre a llegar al poder en 2022″.
Por su parte, Juan Fernando Petro, hermano del presidente, está siendo investigado por presuntos acuerdos económicos a los que habría llegado con extraditables para garantizarles cupos en la Paz Total. De hecho, terminó bajo la lupa del ente acusador porque el mismo mandatario pidió que tanto él como su hijo, Nicolás Petro, fueran investigados.
La prueba poligráfica
Estos escándalos familiares se acompañan de otros que enlodaron al Gobierno. La revista Semana reveló que Marelbys Meza, exniñera del hijo de Laura Sarabia, ex jefe de Gabinete de Petro y actual directora del Departamento de Prosperidad Social, fue sometida a una prueba poligráfica por un dinero que se perdió.
El caso también está siendo investigado por la Fiscalía, pero Sarabia ha asegurado que es inocente. “Reitero. No ordené (la prueba poligráfica), no podía hacerlo, y no fue iniciativa mía, ningún polígrafo. Tengo en convencimiento y la certeza de que la jefatura de protección presidencial actuó conforme a la ley y fueron respetuosos de la libertad y dignidad de las personas”, dijo la funcionaria ante medios de comunicación.
Con todo esto, la revista The Economist aseguró que el optimismo de los colombianos con respecto al proyecto político de Gustavo Petro, “se está desvaneciendo”. “A menos de que Petro pueda darle la vuelta a estos asuntos, su coalición “Pacto Histórico” se convertirá justo en eso: en historia”, concluye el texto periodístico.