La verdad sobre si es más picante el sol en Bogotá que en una ciudad caliente: esto dicen los médicos

Expertos en dermatología y clima indicaron qué tan cierto es que, pese a que es una ciudad fría, el sol en Bogotá “pica” más que, por ejemplo, en Melgar o Cartagena.

Bogotá, durante un día soleado. Ciudadanos creen que en la capital el sol es más picante - crédito TransMilenio/X

“No es calor, es que el sol pica más. Ubícate en la sombra y verás que hace frío, pero el sol es más picante”, son frases que los bogotanos han escuchado, al menos, una vez en su vida. En vista de la intensa ola de calor que ha sometido a varias regiones del país, que incluso ha propiciado incendios en varios departamentos y ciudades como la capital, expertos dan respuesta a esta creencia.

Conflagraciones como la que se presentan en los cerros orientales de Bogotá, en la calle 66 con Circunvalar, han despertado el interés de la ciudadanía por temas sobre el clima y medio ambiente. En especial, cuando los días de la cuarta semana de enero han estado marcados por un sol fuerte, cielos azules y escasa nubosidad.

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En medio de este escenario, para unos representa el curso de días despejados y “lindos”, pero para otros significa el surgimiento de dudas sobre los efectos de una intensa exposición al sol, a la vez de una creciente preocupación sobre el medio ambiente.

Así contestaron los expertos sobre si el sol “pica” más en Bogotá

Expertos en dermatología y salud consultados por El Tiempo aclararon que la percepción de que el sol en Bogotá “quema” más que en otras regiones de país, como en zonas de tierra caliente es correcta.

Los argumentos que expresaron refieren que, debido a la altitud de la ciudad que asciende a los 2.600 metros sobre el nivel del mar, la intensidad de la radiación ultravioleta es más fuerte, y eso es perceptible a los órganos como la piel.

Autoridades anuncian que los incendios en la capital tienen que ver con aumento de temperatura - crédito Mauricio Dueñas Castañeda/EFE

Por ejemplo, el médico dermatólogo David Reyes, consultado por el medio de comunicación, indicó que la capital, al estar más cerca al astro mayor, se encuentra más expuesta a los efectos de los rayos solares.

“Los habitantes de Bogotá viven a 2.600 metros sobre el nivel del mar, es decir, 2600 metros más cerca de las estrellas y más cerca del sol. Es por eso que la radiación en Bogotá pega mucho más fuerte que en otras ciudades del país. Como estamos más cerca al sol, los bogotanos experimentan más radiación”, explicó al portal informativo.

Estar más cerca al sol implica mayor cuidado

Por más placenteros y alegres que puedan parecer este tipo de días, los efectos de un sol intenso pueden llegar a ser adversos.

En primer lugar, el desequilibrio que puede representar en varios ecosistemas de Colombia. Al entender la variación climática del Fenómeno de El Niño, en la que el flujo y ritmo de las precipitaciones disminuye mientras que la temperatura aumenta en el norte y centro del país, se evidencian algunas consecuencias inmediatas.

Según el Ministerio de Agricultura, “este fenómeno repercute negativamente en el sector agropecuario: variaciones en el rendimiento de algunos cultivos, disminución del caudal de los ríos, incremento en el riesgo de incendios forestales y posibles racionamientos de agua, tanto para riego, consumo animal y humano”.

El sol de Bogotá no es para broncearse

Pero aparte, en cuanto a la salud de los humanos, la especialista Sandra Suárez, de la Clínica Presenza, indicó que también existen contraindicaciones. Explicó al medio mencionado que, al intensificarse una radiación ultravioleta en Bogotá, emergen demandas especiales en favor del cuidado de la piel, incluso en una metrópolis con clima frío.

Sandra Suárez sugirió el uso de protectores solares, sombreros y gafas con filtro solar, además de reforzar la protección cada tres horas, en especial si hay permanencia en exteriores.

Radiación solar en Bogotá es más fuerte que en ciudades con menor altitud - crédito Observatorio Ambiental de Bogotá

A su vez, Héctor Castellanos, profesor del Departamento de Medicina Interna y del área curricular de Dermatología de la Universidad Nacional, ha señalado que el una exposición al sol picante, en un día de sol en la capital, puede conllevar fuertes quemaduras que sirven para contribuir a enfermedades cutáneas como el cáncer de piel. Por eso, según le expresó a la revista Cromos, el sol de Bogotá “no es para broncearse”.

Ahora bien, la advertencia coincide con el informe de Predicción del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), que reportó que la temporada de calor en Bogotá se extendería hasta abril, impactada por el Fenómeno del Niño.