Tras conocerse el 20 de enero de 2024 la muerte de Piedad Córdoba, senadora y destacada figura política de la izquierda colombiana, muchas fueron las reacciones que se conocieron a nivel nacional como internacional. La clínica Conquistadores confirmó la noticia en Medellín, ciudad natal de la congresista, y detalló que fue por causas naturales, un infarto fulminante. Su fallecimiento ocurrió a pocos días de celebrar su 68° cumpleaños, en medio de una carrera política marcada por su activa participación en la liberación de secuestrados por grupos guerrilleros.
A lo largo de su trayectoria en el Senado de la República, Córdoba se posicionó como una figura clave en el diálogo y las negociaciones de paz, sobre todo durante las administraciones del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Su rol como mediadora fue, en gran medida, aplaudido por sectores de la izquierda y del centro, encontrando oposición entre grupos de derecha.
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Una generadora de contenido conocida como Lux Lancheros, que habla de moda, política y cultura pop, hizo un análisis a la forma de vestir de la Córdoba y cómo esta utilizó su indumentaria como arma contra el racismo que aún persiste en Colombia.
“Es obvio que la política Piedad Córdoba desató amores y odios durante su carrera política en el país, pero yo me quiero concentrar en su ropa. Eso tiene un origen, el racismo que sufrió durante su infancia y que la hizo construir un personaje político con una moda como armadura”, sostuvo.
La mujer recordó el mensaje que siempre dieron sus padres a la polémica congresista, haciendo una relación a cómo en otros escenarios personajes afros también han utilizado la ropa para empoderarse.
“Sus padres siempre le recalcaron que tenía que tener dignidad y que no llorara ante los insultos. Rescataron que el buen vestir, que la elegancia y que el cuidado personal eran claves para poder dignificarse. Eso ha pasado con muchas personas afros en muchos contextos de poder tradicionales, donde usan todas las herramientas de su apariencia y la expresividad de la moda, tanto como para encajar, para subvertir esos códigos de lujo y también para empoderarse”, añadió.
Dentro del abanico de diseñadores que alta costura que vistieron a la mujer de los turbantes estuvieron Amelia Toro y Álvaro Reyes: “También hacía sus propios turbantes y tenía un gran estilismo de accesorios y colores, esto lo hizo para crear su persona política y no tener nunca que encajar de la manera que la sociedad colombiana y su clasismo y tradicionalismo la obligaban”.
Lancheros argumentó que el riesgo que la medellinense tomó le abrió camino a actuales mujeres que han incursionado en la escena nacional, como la vicepresidenta de la República, Francia Márquez: “Ella sentó el precedente para que otras políticas como Francia Márquez, y de ahí en adelante, siguieran su camino identitario sin tener que encajar necesariamente con la moda para poder anularse como personas políticas e individuales”.
Finalmente, concluyó su análisis destacando que “más allá de su ideología, Córdoba fue una de las primeras políticas colombianas en hablar con su estilo, luchar contra el racismo y crear su historia de vida desde el vestido”.
Los restos de la senadora Piedad Córdoba fueron trasladados el 21 de enero de 2024 a Quibdó para una misa que se realizó a las 5 de la tarde y posteriormente a una velación a las 8 p. m. en el Concejo municipal. El lunes 22 de enero, el público pudo despedirse de la destacada política en el Congreso, en Bogotá, donde su cuerpo estuvo en cámara ardiente desde las 9 a. m. hasta las 5 de la tarde. Finalmente, el martes 23 de enero fueron sus exequias en la funeraria San Vicente de Medellín a las 2 p. m.