El 16 de enero se produjo en Medellín un atraco que resultó en un intercambio de disparos en un centro comercial. Dos individuos intentaron robar a un grupo de personas que se encontraba en un negocio de un concurrido sector de El Poblado, donde se negociaban relojes Rolex a cambio de un vehículo de alta gama. En defensa propia, las víctimas respondieron, y uno de los asaltantes sufrió heridas que le provocaron muerte cerebral y, posteriormente, su muerte.
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El delincuente que falleció fue un hombre de nacionalidad venezolana de 37 años, identificado como Robert Paul Hernández Rosas, quien recibió un impacto de bala en su cabeza y quedó tendido en el suelo del centro comercial Milla de Oro en la capital paisa.
El criminal fue trasladado a la Clínica Las Vegas, donde pese a los esfuerzos médicos y tras un dictamen de muerte cerebral, falleció luego de más de 50 horas conectado a máquinas. Desde la muerte de Hernández el pasado viernes 19 de enero no se ha acercado ningún familiar o conocido a reclamar el cadáver.
Por tal razón, las autoridades extienden un llamado para que los allegados de Hernández Rosas se acerquen a la dirección carrera 65 # 80-325 en el barrio Caribe o se comuniquen a las líneas 6044548230, extensiones 2103, 2160 o 2180, para reclamar el cuerpo.
En Colombia, cuando un delincuente fallece en el contexto de una intervención policial y su cuerpo no es reclamado por familiares o conocidos, se sigue un procedimiento establecido por la ley y administrado por las autoridades competentes. Este proceso comienza con la identificación del cuerpo y la búsqueda de posibles familiares o personas allegadas al fallecido.
Si tras un periodo determinado, generalmente estipulado por la legislación local o nacional, no se presenta reclamación alguna por parte de familiares o conocidos, el cuerpo es declarado en estado de abandono. A partir de ese momento, la autoridad encargada, que puede ser la Fiscalía, Medicina Legal o la alcaldía, procederá con el sepelio en un cementerio público.
El entierro se realiza respetando los protocolos sanitarios y legales correspondientes. Por lo general, los restos son depositados en una fosa común o en una sepultura individual asignada por el cementerio destinado para tal fin. La ubicación y datos de la sepultura quedan registrados para que, si en el futuro aparecen los familiares o conocidos, puedan eventualmente reclamar los restos o realizar el traslado a otro lugar si así lo desean.
Durante todo este proceso se garantiza el respeto a la dignidad del fallecido y se cumple con las normativas legales vigentes que rigen el manejo de cuerpos no reclamados.
Quién está detrás del robo de los lujosos relojes
El pasado 20 de enero, en horas de la tarde, se presentó un asalto en el sector del norte de Bogotá, específicamente en el cruce de la carrera Séptima con calle 85, donde sujetos armados y a bordo de motocicletas interceptaron un vehículo de alta gama para robar un reloj Rolex. Jhon Nicolás Moreno, propietario del automóvil y víctima del robo, relató que fue seguido hasta el semáforo donde se le forzó a entregar el lujoso accesorio.
Este hecho recuerda al ocurrido meses atrás con Alejandro Serrano Roa, quien fue asaltado en circunstancias similares tras salir de un establecimiento público. Incidentes de este tipo han llamado la atención de las autoridades, que han identificado a un grupo delictivo denominado Los Rolex por su modus operandi enfocado en el robo de estos relojes de gran valor en el mercado.
Las investigaciones de las autoridades han revelado que existe un circuito de comercio ilícito para las piezas robadas. Las autoridades creen que los relojes sustraídos son llevados a Medellín donde se verifica su autenticidad por expertos en joyería antes de ser enviados fuera del país, lo que complica las labores de seguimiento de las fuerzas de seguridad.