El nombre de la banda criminal Los Rastrojos se ha hecho esporádico en las noticias criminales de la última década por las bandas que se persisten a su declive. Su nombre ha vuelto a la luz pública por cuenta de declaraciones de dos cabecillas que aseguraron tener vínculos con el presidente del Senado, Iván Name.
El origen de esta estructura criminal se remonta a 2002 cuando Wilber Varela, alias Jabón, le pidió a Diego Pérez Henao, alias Diego Rastrojo, que creara un grupo para proteger las rutas del narcotráfico, los cargamentos y los laboratorios de procesamiento de cocaína, de ese capo del norte del Valle del Cauca.
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La estructura criminal fue tomando poder con el paso del tiempo, mientras Jabón lo perdía. Finalmente, de acuerdo con el portal Insight Crime, el propio Rastrojo y Javier Antonio Calle Serna alias “Comba”, lo asesinaron en 2008 por oponerse a los planes de expansión que contemplaba la estructura fuera del Pacífico.
Al salir del Valle, Los Rastrojos se extendieron su presencia hacia el norte del país, en Quindío, Risaralda, Caldas, y también hacia La Guajira, Santander y Norte de Santander. Además también hicieron presencia en la región del Urabá donde llegaron, según la Corporación Colombiana de Juristas, a dominar hasta el 50% de la producción de droga y las salidas al exterior en 2011, en conjunto con Los Urabeños.
Uno de los datos asociados a esta banda delincuencial que ha tomado relevancia son sus relaciones políticas. Alfonso del Cristo “El Turco” Hilsaca Elajude, empresario nacido en Mompox pero con la mayoría de sus negocios en Norte de Santander, ha sido investigado, incluso con medida de privación de la libertad en su contra, en dos ocasiones como presunto financiador de Los Rastrojos Costeños. Sin embargo, en ambas ocasiones se han archivado las indagaciones por falta de pruebas.
Esta organización logró pactos con Los Urabeños para repartirse varias zonas del territorio nacional. Sin embargo, en 2014, cuando se avistaba la salida de las Farc del mapa criminal, se hizo evidente su declive con la entrega de su máximo líder y fundador, Diego Pérez. Mientras tanto, otros de sus principales cabecillas, Javier Calle Serna y Luis Enrique Calle Serna, se entregaron a las autoridades en los Estados Unidos.
Por ese momento se pensó que la banda criminal había desaparecido, pero de acuerdo con Insight Crime, se conservaron pequeñas células en los lugares de mayor consolidación como el Valle del Cauca, Nariño, Cauca y Norte de Santander, incluso en la frontera con Venezuela.
Tal fue así que en 2019 volvieron a ser noticia internacional porque dos de sus integrantes, conocidos bajos los alias de ‘El Brother’ y ‘El Menor’, aparecieron en fotografías junto al líder opositor venezolano Juan Guaidó. Según señalaron entonces, ese grupo controlaba las trochas del popular territorio binacional, por lo que habrían ayudado al enemigo de Nicolás Maduro a escapar de su país y llegar a Colombia.
Tras esos años vivieron otra guerra, esta vez con el Ejército de Liberación Nacional y la Guardia Nacional Bolivariana que se sumó a su persecución en los territorios bolivarianos de la frontera. El enfrentamiento quedó en evidencia con varias masacres de personas cuyos cuerpos eran abandonados en la vía pública, según el diario La Opinión, se trataba de una disputa por el control del territorio fronterizo y el puerto.
En 2023, volvieron ocupar la atención de las autoridades por una arremetida violenta que lideró desde la cárcel alias El Negro Ober, uno de los cabecillas de Los Rastrojos. El criminal arremetió violentamente contra empresas de transporte de Barranquilla luego de que su esposa fuera capturada.