Enrique Peñalosa revivió su propuesta del Sendero de las Mariposas para construir un corredor sobre los Cerros Orientales ante el incendio que se registró en esa zona de la capital.
El exmandatario señaló que con esa obra sería más fácil realizar labores de extinción de las llamas, pero Claudia López decidió archivar la iniciativa por motivos de preservación ambiental.
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“A propósito del incendio en los cerros hoy, el Sendero de las Mariposas que tratamos de hacer y que Claudia López dejó morir, era antes que nada un rompe fuegos. Se necesitan estos para que no pase el incendio, para que los bomberos puedan llegar”, señaló Peñalosa.
El exalcalde sostuvo que el proyecto contaba con diseños e incluso lo entregó con financiación, solo faltaban las licencias ambientales. Sin embargo, una vez llegó López a la Alcaldía, a través de la Secretaría de Ambiente le solicitó a la Anla que suspendiera el trámite de la solicitud porque no los construiría.
La decisión se tomó porque López se opuso a endurecimiento de zonas con concreto en la Reserva Forestal Protectora del Bosque Oriental de Bogotá. Además, según expuso la secretaria Carolina Urrutia, se tuvieron en cuenta también los comentarios de autoridades expertas en la materia.
La entonces alcaldesa López decidió destinar los 224 mil millones de pesos, que estaban comprometidos para el Sendero las Mariposas, a la atención de la pandemia de covid-19. Además ordenó el mantenimiento de los 50 kilómetros de caminos ya existentes y aseguró que su interconectividad se habría sin afectar ambientalmente el territorio para la recreación ecológica de los visitantes.
Peñalosa en cambio sostiene que el sendero no era únicamente para el disfrute de los caminantes. Según el exalcalde, la idea surgió de ese mismo tipo de caminos en el cerro Ávila de Caracas, Venezuela; en su proyecto para Bogotá se incluían puntos de suministro de agua que permitirían a los bomberos acceder más fácilmente al recurso para extinguir conflagraciones.
“Espero que ahora sí se haga el Sendero de las Mariposas en los cerros, que diseñamos y teníamos financiado, cuyo principal objetivo era servir de rompe-fuegos, acceso a bomberos y demás (Claudia López no continuó el proyecto). Además tenía pozos de agua para apagar incendios. Y por supuesto, puestos de vigilancia con el Ejército, para que los ciudadanos pudieran disfrutar de la naturaleza y la vista de la ciudad”, sostuvo el exalcalde.
Desde el centro de pensamiento Probogotá Región, que dirige la exfuncionaria de Peñalosa Carolina Castillo, también se reiteró la propuesta. “Parte de la solución es un sendero de protección de 102 km a mitad de la ladera que permitan acceder a los cerros, donde se ubican 8 pozos que permiten conectar los equipos de bombeo para atender conflagraciones entre 2 y 4 km a la redonda cubriendo el 80% de la reserva forestal”, señaló la fundación.
En el incendio en los cerros orientales que inició en la mañana del 22 de enero de 2024, la labores manuales han sido fundamentales. De acuerdo con la directora del Cuerpo de Bomberos, Paula Henao, por la vegetación y por la topografía del sector, la Fuerza Aeroespacial recomendó suspender las descargas de agua en horas de la noche.
Durante ese tiempo se mantuvieron las labores por parte de 30 bomberos y 70 miembros de la Brigada de Prevención y Atención de Desastres del Ejército y el Batallón de Policía Militar XV de la Policía. Solo durante el día, los helicópteros podrían operar, tanto el de los bomberos, como un BlackHawk que dispuso la Fuerza Aérea.
Al respecto, el exalcalde Peñalosa también señaló que en su experiencia “funcionaron mucho mejor los aviones Turbo-Thrush de fumigación de la Policía Anti-narcóticos, que abrían sus tanques de emergencia llenos de agua sobre el incendio, que los helicópteros Blackhawk. Pasaban mucho más cerca del fuego (los helicópteros soltaban el agua del balde “Bambi” desde tan alto que se volvía microgotas y se evaporaba antes de caer)”.