El fenómeno de El Niño ha llevado a un alza en la temperatura en Colombia, disminución de las precipitaciones, elevación de los costos de alimentos, además de incendios forestales y menores reservas en los embalses. Este panorama puede tener repercusiones en las tarifas de energías.
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Ómar Andrés Camacho, ministro de Minas y Energía, indicó que en el territorio nacional no subirán las tarifas, y enfatizó que el actual Gobierno de Petro ha trabajado por una estabilización de los precios en las tarifas energéticas.
“Hemos tenido afortunadamente control sobre la energía en bolsa, estamos tomando también medidas para garantizar que los precios no se incrementen desde temas regulatorios hasta incluir más energía y competencia en el sistema hoy podemos decir que en la bolsa de energía hemos tenido precios competitivos y estamos haciendo también todos los trabajos, no sólo para asegurar energía, sino también para controlar los precios”, resaltó el ministro ante distintos medios de comunicación.
Por su lado, la ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad, advirtió durante su participación en el programa Gobierno con el pueblo en la región del Pacífico colombiano, que 583 municipios del país están en alerta roja por alto riesgo de incendios forestales, por el fenómeno de El Niño. Muhamad subrayó la importancia de tomar precauciones y mencionó que actualmente hay cinco incendios activos en diferentes departamentos.
“Hemos aumentado el número de alertas en incendios forestales. La vez pasada que reportamos eran 795 municipios y hoy estamos en 583 municipios con alerta″, señalo la ministra Muhamad.
La jefa de la cartera de Medio Ambiente resaltó la rápida respuesta de los organismos de socorro, aunque mencionó que las operaciones aéreas están limitadas a horas diurnas. Las cifras de incendios de este año son menores que en 2016 y semejantes a 2019, pero la alerta se mantiene alta porque se espera que la situación empeore en febrero.
Además, reveló que 89 municipios están en peligro de quedarse sin agua potable y se están coordinando esfuerzos con la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Desastres para activar planes de emergencia y suministro de agua mediante carro tanques.
El fenómeno de El Niño, caracterizado por el calentamiento de las aguas del océano Pacífico ecuatorial, tiene múltiples consecuencias en Colombia, afectando diversos aspectos climáticos, económicos y sociales.
Climatológicamente, El Niño suele disminuir la frecuencia de las precipitaciones en gran parte del territorio, lo que conduce a temporadas de sequía. Esto tiene inmediatos efectos en los recursos hídricos, manifestándose en la reducción de niveles de ríos y embalses, clave para el suministro de agua potable y riego agrícola.
La escasez de lluvias incrementa el riesgo de incendios forestales, poniendo en peligro ecosistemas naturales y cultivos. Además, la sequía puede comprometer la producción agropecuaria, afectando la disponibilidad de alimentos y provocando un incremento en sus precios, lo que repercute directamente en la economía de los hogares y el país.
Desde el punto de vista de la salud pública, las altas temperaturas y la menor calidad del aire pueden exacerbar enfermedades respiratorias y problemas de salud relacionados con el calor.
El Niño también impacta en la generación de energía. Colombia es altamente dependiente de la energía hidroeléctrica, por lo que una disminución significativa en las lluvias puede reducir la capacidad de generación y conducir a un incremento en el uso de fuentes de energía más costosas o incluso racionamiento eléctrico.
Es de resaltar que tanto entidades como el Acueducto de Bogotá, o la ministra Muhamad, han resaltado la necesidad de usar correctamente los recursos hídricos y eléctricos durante los cambios climáticos producidos por el fenómeno ambiental que se extenderá hasta el mes de marzo.