Piedad Córdoba, abanderada de la liberación de secuestrados y sus claroscuros sobre posibles beneficios políticos: “Era una traficante del dolor”

Sus luchas sociales, su pelea contra el paramilitarismo y su rol como facilitadora de paz entre el Gobierno y las Farc fueron columnas de la historia política de Piedad Córdoba. Sin embargo, su presunta cercanía con la guerrilla, algunos escándalos por posible corrupción y actos controversiales mencionados por exsecuestrados de la extinta guerrilla dejan una incógnita de luces y sombras acerca de la senadora fallecida el sábado 20 de enero de 2024.

Uno de los relatos que ha puesto en el tintero la cercanía que la senadora tendría en la extinta guerrilla de las Farc fue el testimonio de Ingrid Betancourt. La exsecuestrada, que duró 6 años y medio como rehén de esta guerrilla, a propósito de la muerte de Córdoba, sacó a la luz algunos actos que mostrarían una faceta un tanto sombría de la congresista.

Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel y en Google News.

La excandidata presidencial, en distintas entrevistas otorgadas a varios medios de comunicación, ha cuestionado fuertemente el retraso en los tiempos de su liberación por cuenta de presuntas maniobras de Piedad Córdoba.

De hecho, en entrevista con Blu Radio, Betancourt discutió el papel de Córdoba en los procesos de paz y cómo su relación con la familia de Betancourt durante el secuestro habría tenido intenciones escondidas.

La exsecuestrada de las Farc expresó el duro descubrimiento de las presuntas pretensiones de Córdoba durante su cautiverio. Mencionó que “la cercanía que ella había tenido con mi mamá era una manera de servir unos propósitos que ella tenía y era la de utilizar la negociación de los secuestrados con las Farc para su beneficio propio”.

En línea con las declaraciones que el exasesor de Córdoba, Andrés Vásquez, entregó a la Corte Suprema de Justicia dos años atrás, Ingrid Betancourt sugirió que Córdoba habría alineado liberaciones de secuestrados con sus propias aspiraciones presidenciales, de acuerdo con lo que se emitió en la emisora.

Las afirmaciones de la excandidata presidencial no son nuevas. En 2022 emergió el escándalo de las presuntas incidencias de la exsenadora en los secuestros que ejecutaba el grupo subversivo cuando el exasesor de Córdoba, Andrés Vásquez, sacó a la luz varios secretos.

En febrero de ese año, Betancourt citó el testimonio de Vásquez para afirmar que “los comandantes sabían que iba a haber una posible liberación y nos empiezan a alimentar y comienzan a alimentarnos de otra manera, ahí está lo que decía el asesor de Piedad Córdoba sobre los consejos que les había dado a las Farc de que manejaran la parte de imagen. Esto muestra una manipulación de dolor que es criminal, tipifica un delito, se vuelve cómplice del secuestro”, sostuvo Betancourt en una entrevista a Caracol Televisión.

Pero este presunto aplazamiento de la liberación de Ingrid Betancourt no sería el único. Por ejemplo, el general Luis Mendieta Ovalle también aseveró la posibilidad de que la senadora fallecida hubiera intervenido en los secuestros, incluso, en calidad de ser mediadora con la extinta guerrilla. Mendieta fue secuestrado en noviembre de 1998, y fue rescatado durante la Operación Camaleón, en el 2010.

“Las declaraciones del asesor de Piedad Córdoba corroboran lo que vivimos en las jaulas encadenados. Alias Jojoy manifestó que mientras estuviéramos allí, yo sería el último en salir; prácticamente me condenaba a muerte”, expresó Mendieta al canal televisivo.

Y añadió: ”Cuando fui rescatado y regresé a la libertad, mi familia me contó que Piedad Córdoba les había dicho que sería el último en salir si era que salía. Me estaba condenando a muerte y en cada reunión aumentaba el sufrimiento de mi familia al asesinar la esperanza de salir vivo algún día. Piedad Córdoba fue una traficante del dolor del sufrimiento de los secuestrados y sus familias”.

Por su parte, el testimonio de Vásquez aportó a la controversia detalles sobre cómo Córdoba habría recomendado mantener a Ingrid Betancourt en cautiverio para presionar al Gobierno francés en el proceso de paz, en ese momento. El exasesor describió un supuesto plan para influir en la popularidad de Hugo Chávez y proyectar a Córdoba hacia la presidencia de Colombia.

Este escenario se reveló después de que el alias Teodora fuera asociado a Córdoba en comunicaciones interceptadas a las Farc y por el computador de Raúl Reyes, pero que no fue avalado como prueba por la Corte. La abogada de Córdoba, Ximena Castilla, refutó las acusaciones en ese entonces, y afirmó que no existían pruebas de actividad ilícita de su clienta o vínculos financieros con tal guerrilla.