Natalia Castro, hija de Piedad Córdoba, recordó a su difunta madre: “Quisiera despertar de este mal sueño”

La exsenadora y controversial figura política colombiana Piedad Córdoba falleció el sábado 20 de enero a los 68 años de edad en Medellín, después de sufrir un infarto en su domicilio, según informaciones preliminares.

Córdoba, que habría cumplido 69 años el próximo 25 de enero, fue llevada a una clínica a la que llegó sin signos vitales, de acuerdo con el parte médico del Hospital Los Conquistadores. Sus contribuciones al escenario político nacional, así como su intensa actividad en redes sociales, donde incluso horas antes de su deceso reflexionó sobre eventos históricos del país, destacaron entre sus últimas actuaciones públicas.

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“Entonces, el magistrado Urán sale vivo, es recibido por militares, luego es asesinado miserablemente y su cuerpo puesto en las ruinas del Palacio de Justicia”, expresó Córdoba en su último mensaje, horas antes de su deceso.

Sin embargo, aparte de todo el escenario político, Piedad Córdoba era conocida por ser una mujer muy familiar y cercana con sus hijos.

Natalia Castro, hija de Piedad Córdoba, y que colaboraba estrechamente con su madre en diversas facetas, manifestó su profundo dolor y sorpresa por la partida de la excongresista. En diálogo con Semana, afirmó que aún no comprendía la muerte de la senadora. “Me duele el alma, no sé qué pasó, solo quisiera despertar de este mal sueño”, confesó.

Natalia era vista por las personas allegadas a la familia como hija y como la asistente personal y figura cercana en la vida política de su madre. “La recuerdo como una mujer guerrera, de grandes luchas, una mujer que amaba a su país, a su gente, que siempre lo dio todo, una mujer humilde, muy alegre, soñadora, emprendedora. En resumen, la mejor mamá del mundo”, describió Castro Córdoba al medio de comunicación.

Por eso, el impacto de la partida de Córdoba ha sido difícil para su familia. Según entrevistas como la que le hizo la periodista Gloria Cecilia Gómez en el programa Días de Gloria, la exsenadora era considerada el motor de su familia, y dependían de ella hijos, nietos, sobrinos y primos, de diversas maneras, porque siempre tenía gente en su casa.

Asimismo, según las declaraciones de su hija, Córdoba era vista como la consejera y el “polo a tierra” del núcleo familiar, que consistía en la senadora, cuatro hijos y sus nietos.

“Ella (era) mi fuerza, mi corazón y mi alma !!El futuro le pertenece a ella y a las niñas y niños que reciben un país en paz!! (sic)” mencionó Piedad Córdoba en alguna ocasión con respecto a una de sus nietas.

De tal manera, la labor de Natalia Castro como parte integral del equipo de la senadora fallecida por un infarto, y su aporte en las comunicaciones de los logros, para la mujer se ven hoy eclipsados por el vacío que dejó la funcionaria que mantuvo a la familia unida en cuanto a las necesidades de diversas poblaciones del país.

Se conoce que los restos de la senadora fueron objeto de homenajes en Chocó, su tierra natal, para posteriormente ser trasladados a Bogotá y Medellín, donde descansará finalmente. Natalia Castro se ha mantenido cerca del féretro de su madre, sen vista de la proximidad constante que caracterizó su relación en vida. Juan Luis, su hermano y excongresista del Partido Alianza Verde, también acompañan en los momentos de duelo.

Piedad Córdoba habría sufrido repetidos quebrantos de salud que, incluso, la llevaron a ser investida para su curul en el senado por el Pacto Histórico en un hospital. Sin embargo, se ha comentado que las difíciles circunstancias judiciales de su hermano, extraditado por cuenta de tráfico de drogas, habrían deteriorado la salud de la servidora política.