Tiktoker lamenta que privilegios que tenía en Colombia siendo de clase media sean impagables en Europa

En la lista están tratamientos de belleza, ayuda doméstica y una casa con espacio para hacer crecer la familia

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Los precios pueden multiplicarse de un continente a otro - crédito montaje Infobae
Los precios pueden multiplicarse de un continente a otro - crédito montaje Infobae

En una publicación reciente, realizada a través de su cuenta en la plataforma de entretenimiento TikTok, la creadora de contenido colombiana Alejandra Roso recordó con nostalgia los “privilegios” que en Colombia han sido democratizados, pero en Europa únicamente pueden darse las personas de clase económica alta.

Según dijo, no lo había notado hasta mudarse al viejo continente, pero lo que en Europa “es un lujo, al menos en Colombia es muy normal, analizándolo desde los privilegios de una persona que es de clase media, no de millonarios (en Colombia), porque hay desigualdad en todos lados, pero hay ciertos privilegios que en Europa son únicamente para millonarios”.

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Empezando, por “tener a una persona que lo ayude a uno en la casa, por ejemplo, una persona del aseo que vaya de vez en cuando. No tiene que ir todos los días. Es algo que, según he visto, mucha gente en Colombia, así sea de clase media, trabajadora, lo tiene... no tienen que ser millonarios para poder pagarlo”.

Vista del Sena y la torre Eiffel en París, Francia (ShutterStock).
Vista del Sena y la torre Eiffel en París, Francia (ShutterStock).

Es decir, a diferencia de Colombia, en donde 650.000 hogares contratan servicios domésticos permanente o por días, en Europa es un lujo que solo la crema y nata puede darse. Al igual que la tenencia de propiedades en las que pueda “crecer” la familia, sin temor a quedarse sin espacio.

“El espacio es otra vaina, aquí las cosas (bienes inmuebles) son muy caras, el terreno, el espacio, aquí es caro. El común denominador de las personas, al menos de las que viven en ciudades capitales, es vivir en lugares súper chiquitos y súper caros, mientras que, al menos en Colombia y los países de Latinoamérica a los que he podido ir, el espacio no es tan caro, la gente puede tener una casa”, lamentó Roso.

Y es que, a pesar de no haber buscado comprar una casa, el mercado inmobiliario europeo oferta en vitrinas propiedad diminutas por precios astronómicos, como si de una ganga se tratara:

“Comprar vivienda, si ahora es caro en cualquier lugar del mundo, acá es imposible. Yo no entiendo acá, cómo la gente en Europa puede comprarse algo. Es excesivamente caro. Yo he visto en esas inmobiliarias que se ubican por la calle y, en verdad, es imposible ¿Cómo puede la gente comprar por un millón de euros (más de 4.250 millones de pesos colombianos al cambio de enero del 2024) un apartamento de 100 metro cuadrados? Es absurdamente caro”.

La fachada del Panteón de Roma, que ha emprendido un proceso de restauración de su pavimento interior. EFE/ Gonzalo Sánchez
La fachada del Panteón de Roma, que ha emprendido un proceso de restauración de su pavimento interior. EFE/ Gonzalo Sánchez

Pero no solo los bienes inmuebles parecen tener precios “impagables”, también necesidades de primer nivel, como la contratación de servicios de belleza se ha convertido en un problema para locales y visitantes, pues visitar la peluquería es casi tan costoso como visitar a un especialista.

“Las cosas (servicios) de belleza. Eso sí es un verdadero lujo acá y yo me he dado cuenta de que es un lujo en muchos países del mundo, porque cuando viví en Chile (recuerdo que) también era muy caro. El solo hecho de ir a la peluquería es carísimo, prácticamente es imposible. Mientras, las mujeres en Colombia, de cualquier estrato, van muy seguido a la peluquería. Es muy barato en Colombia, tú puedes ir a cambiarte el esmalte todas las semanas, van a tu casa, no te cobran mil recargos, las mujeres se pueden pintar el cabello todos los meses y no es porque sean millonarias, tiene un trabajo normal o, incluso, son estudiantes. No es baratísimo, pero comparado con Europa, es regalado”.

Sus seguidores en redes sociales se mostraron sorprendidos por algunos de los precios que los colombianos en el exterior se ven obligados a pagar para tener una vida similar a la que llevaban en Colombia. Un problema que puso a pensar a muchos de los que se encontraban emocionados con la idea de migrar.

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