Se conoció la renuncia del director de La Picota, de Bogotá

Después de 18 meses bajo la dirección del centro carcelario, Horacio Bustamante decidió dejar el cargo

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Se conoció la renuncia del director de La Picota, de Bogotá - crédito Colprensa
Se conoció la renuncia del director de La Picota, de Bogotá - crédito Colprensa

En las últimas horas se confirmó que el director de la cárcel La Picota de Bogotá, Horacio Bustamante, renunció de su cargo luego de 18 meses frente a la dirección de uno de los centros penitenciarios más importantes del país. Miembro de la guardia del Inpec (Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario) y con más de 18 años en la entidad confesó que su decisión es para disfrutar su pensión.

Con una trayectoria de casi treinta años en el Inpec, Bustamante evolucionó profesionalmente desde dragoneante hasta liderar uno de los sindicatos más significativos de la institución. Hace aproximadamente año y medio, él asumió un nuevo reto como director de La Picota, teniendo la responsabilidad cardinal de erradicar las prácticas corruptas en el establecimiento penitenciario.

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En diálogos con la revista Semana, el funcionario reveló que presentó su carta de renuncia con una principal razón y fue la de disfrutar su pensión. Bustamente estará por dos semanas más en su cargo mientras delegan un nuevo funcionario para el puesto que tiene el propósito de administrar, vigilar y controlar a los privados de la libertad y a la guardia de La Picota.

En un eficaz esfuerzo por combatir la corrupción dentro del cetro carcelario, Bustamante, como cabeza de la dirección del Inpec, supervisó todas las intervenciones destinadas a este fin. La Picota se ha visto repetidamente implicada en escándalos donde se denunciaban supuestas transacciones económicas de grandes cantidades de dinero a cambio de beneficios otorgados a reclusos.

Horacio Bustamante renuncia a la dirección de La Picota - crédito John Paz/Colprensa
Horacio Bustamante renuncia a la dirección de La Picota - crédito John Paz/Colprensa

Por ejemplo, Jonathan Alexander Tulcán Quispe, dragoneante del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), fue judicializado por presuntamente introducir ilegalmente celulares, estupefacientes y bebidas alcohólicas a la cárcel La Picota de Bogotá.

El funcionario del Inpec fue capturado en el sector de Kennedy en la capital del país, por presuntamente facilitar objetos prohibidos a Luis Carlos Cifuentes Puerta, alias Diomedes, líder de disidencias de las Farc y condenado a más de 40 años de prisión por secuestro extorsivo y extorsión.

La Fiscalía General de la Nación acusa a Tulcán Quispe de recibir pagos para la entrega de dichos objetos y de promover el control ilegal de la comercialización de sustancias psicoactivas y alcohol dentro del establecimiento penal.

Los pagos ilícitos a Quispe fueron detectados por medio de transferencias en plataformas digitales y pagos en efectivo. Durante la investigación, se descubrió que el implicado permitió el movimiento de Cifuentes Puerta entre diferentes celdas, lo que favoreció sus actividades delictivas al interior de la prisión. Este hallazgo fue clave para la individualización y posterior orden de captura del funcionario del Inpec.

Tulcán Quispe, quien trabajaba como dragoneante, fue finalmente capturado tras una investigación que evidenció el entramado de corrupción y cooperación con reclusos condenados por graves delitos.

El guardia estaría promoviendo una red ilegal de tráfico de sustacias psicoactivas dentro de La Picota - crédito Fiscalía Colombia
El guardia estaría promoviendo una red ilegal de tráfico de sustacias psicoactivas dentro de La Picota - crédito Fiscalía Colombia

Operación Dominó

El Inpec anunció la implementación de un nuevo plan integral contra la extorsión en Colombia, denominado Operación Dominó. Esta estrategia tiene como objetivo realizar una vigilancia constante sobre los reclusos que cometen extorsiones desde dentro de los establecimientos penitenciarios.

La Operación Dominó implica la ejecución de registros diarios en diferentes centros carcelarios del país, además de operativos semanales llevados a cabo por el Gaula de la Policía Nacional. Asimismo, se efectuarán operativos continuos en celdas destinadas para un solo ocupante, buscando evitar que los delincuentes continúen sus actividades delictivas desde la reclusión.

El plan incluye comunicaciones controladas y vigiladas, así como sanciones a las visitas y redenciones de pena para los líderes de las organizaciones criminales que perpetren actos de extorsión dentro de las prisiones. Con estas medidas, el Inpec busca establecer un “control permanente frente a estos delincuentes”, minimizando así la incidencia de extorsiones orquestadas desde los centros penitenciarios.

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