Otty Patiño, alto comisionado de Paz, está dispuesto a negociar con el ‘Clan del Golfo’

Fue miembro del M-19 y también de la constituyente de 1991. Un personaje que podría influir en el contacto directo con grupos criminales para negociar la paz en Colombia

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El alto comisionado para la
El alto comisionado para la Paz será el encargado de mantener conversaciones con los grupos criminales, con el objetivo de buscar el fin del conflicto en Colombia - crédito Colprensa

Otty Patiño, exmiembro fundador del movimiento guerrillero M-19, ha sido designado como el nuevo Alto Comisionado para la Paz en Colombia. Patiño, quien es politólogo, escritor y exmaestro de escuela, se integró en el equipo que negoció la paz con el gobierno del presidente Virgilio Barco en 1990.

Esta designación forma parte de los esfuerzos del Gobierno del presidente Gustavo Petro para avanzar en su estrategia de alcanzar lo que ha denominado ‘paz total’ en el país. Aunque hay varios sectores que no ven avances en las propuestas actuales para combatir a los grupos criminales y sus actividades que afectan a la ciudadanía, en conversación con El Tiempo, el nuevo encargado de negociar la paz habló sobre las estrategias para controlar a los grandes grupos al margen de la ley.

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Diálogos para negociar la paz

En cuanto a los diálogos de paz con grupos armados ilegales, Patiño supervisará las negociaciones que se encuentran en curso, incluyendo la mesa de diálogo con el ELN. El sexto ciclo de estas negociaciones toma lugar en La Habana (Cuba), bajo la dirección de Vera Grabe.

Vera Grabe, ex integrante del
Vera Grabe, ex integrante del M-19 junto a María José Pizarro en el Palacio de Nariño - crédito EFE

El Alto Comisionado sostiene que el diálogo no debe ser un fin en sí mismo, sino un medio efectivo hacia el desmonte de las actividades criminales, y destaca el interés del gobierno actual por dialogar incluso con el clan del Golfo bajo condiciones firmes que aseguren compromisos verificables: “Sí. Pero hay que saber en qué términos se hace la negociación. Es decir, no toda negociación es buena. Es lo que quiero decir”, señaló Patiño al medio citado.

Los grupos criminales no han
Los grupos criminales no han cedido con la violencia a pesar de haber ceses al fuego bilaterales o unilaterales que no son respetados - crédito @viracachapava / X

Por último, Patiño expresa su convicción de que es posible en Colombia emprender un camino que desactive los factores de violencia, planteando que se debería aprovechar la oportunidad para abordar los procesos de paz con seriedad y en búsqueda de resultados concretos.

Patiño enfatiza en la necesidad de que el Estado cumpla sus compromisos para ganar legitimidad y confianza tanto a nivel nacional como en la comunidad internacional. Además, dentro de sus propuestas se encuentra explorar la transformación de la hoja de coca en abono y otros productos legales como parte de la solución a la problemática de los cultivos ilícitos y la posibilidad de la legalización internacional del cultivo de coca.

EL Clan del Golfo es
EL Clan del Golfo es uno de los grupos criminales más grandes en Colombia y toda la región - crédito Policía Nacional

¿Quién es Otty Patiño, el nuevo vocero de la paz en Colombia?

La experiencia de Patiño incluye su participación en la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la Constitución de 1991, tras la desmovilización del M-19. El Alto Comisionado resalta que este año es crucial para la pacificación de los territorios, refiriéndose a la necesidad de alcanzar una “masa crítica” en favor de la paz en las regiones afectadas por el conflicto y el abandono estatal. La dinámica de transformación y el fortalecimiento de la economía legal frente a la ilegal son vistos como puntos centrales para lograr este objetivo.

Además de encarar la problemática de la violencia y la ilegalidad en ciertos territorios del país, Otty Patiño ha señalado la importancia de revisar el modelo económico de Colombia. Argumenta que existe una “alta contaminación” de la economía por actividades ilegales y dañinas, como el narcotráfico y la minería ilegal, que minan las estructuras municipales y regionales donde el Estado ha sido débil o ausente. La búsqueda de una economía que favorezca la legalidad y la sostenibilidad ambiental también forma parte de sus postulados.

El ELN, el Clan del Golfo y la disidencias de las FARC siguen haciendo daño al país de forma masiva y no se ha podido controlar ni encontrar un punto de negociación para que dejen las armas a un lado y se pueda trabajar pensando en lo que viene para el país en 2024.

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