Con la pandemia vino el teletrabajo y con él la oportunidad para que miles de extranjeros buscarán una “vida de ensueño” a un menor costo en países de Asia y América Latina, en los que pueden crear un fondo de ahorro, al tiempo que pagan sus “comestibles, el alquiler, servicios públicos, ayuda doméstica, salidas a comer, la membresía del gimnasio, transporte, viajes y otros costos inesperados”.
Una oportunidad de mercado que organizaciones como International Living aprovecharon, ofreciendo sus servicios de asesoría a familias, jóvenes aventureros y adultos mayores que buscan pasar sus últimos años en un paraíso en la tierra.
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Desde entonces, año a año publican el listado con “Los lugares más baratos del mundo para vivir” siendo extranjero; ya que, en la práctica, su análisis en categorías, como vivienda, salud, servicios públicos, alimentación y transporte no relaciona los ingresos de nacionales.
Dicho esto, la primera posición del ranking 2024 es ocupada por Colombia. De acuerdo con la firma irlandesa con sede en los Estados Unidos, “uno de los principales beneficios de vivir en el país es su bajo costo de vida, cuando ofrece muchas de las comodidades e infraestructura que podrían esperarse de un país mucho más caro”.
Y es que, si bien los precios han aumentado en el último quinquenio, en parte por la llegada en masa de extranjeros a la capital de Antioquia, “los residentes extranjeros todavía pueden vivir bastante cómodamente en áreas prósperas, a partir de 1.000 dólares al mes en ciudades más pequeñas como Manizales y Pereira y 2.000 dólares al mes en ciudades populares como Medellín”.
Este fenómeno recibe el nombre de gentrificación y es una de las mayores preocupaciones con programas como el de International Living, para jóvenes y pensionados; ya que, al llegar a Colombia algunos de ellos están dispuestos a pagar en dólares u ofrecer más, con tal de sentirse cómodos.
La gentrificación suele ser más evidente en ciudades de clima cálido, como Cartagena o Medellín, pero, en su programa, también mencionan los beneficios de vivir en la capital, pues “en comparación con muchas ciudades norteamericanas como Nueva York y Toronto, Bogotá tiende a tener precios de alquiler más bajos que ciudades como Medellín y Cartagena, y puede encontrarse una casa de dos habitaciones por $1,000 al mes”.
Y ponen evidencia el caso de una pareja retirada que decidió mudarse hace unos años: “Colombia está creciendo constantemente como un popular paraíso para los jubilados. Los expatriados informan que son más felices y saludables y que su costo de vida es mucho más bajo que en casa. Cuando Wendy y Darren Howarter decidieron mudarse a Colombia, sus amigos y familiares pensaron que estaban locos. Dos años después, tienen una vida increíble que aman en Medellín”.
Organizaciones como International Living envían “corresponsales” a países con costos de vida menores para que realizan un resumen detallado de los precios por servicios esenciales y no esenciales y así ofrecer un informe actualizado a sus clientes.
En su sitio web destacan que “han pasado más de dos décadas desde los días infames de Pablo Escobar y gran parte del país es ahora vibrante y próspero. Empresas multinacionales de los sectores de tecnología, minería, banca y salud tienen una importante presencia en Colombia”.
Y entendiendo que, en su mayoría, personas a punto de jubilarse son las que llegan a interesarse por su programa resaltan que “la atención sanitaria en Colombia es de primer nivel. América Economía, la principal publicación financiera de América Latina, informó en 2015 que 22 hospitales colombianos se ubicaban entre los 43 mejores de toda América Latina” y, por supuesto, a muy bajo costo comparada con países como Estados Unidos o Canadá.