Bogotá ha visto un incremento en los incidentes relacionados con el uso de escopolamina o sustancias parecidas, que incapacitan la voluntad de las personas y que delincuentes han empleado para cometer robos y otros actos ilícitos. En recientes hechos, varios jóvenes han sido víctimas de este tipo de delito, lo cual ha generado alarma entre la ciudadanía y las autoridades.
Uno de los casos más recientes ocurrió en el barrio Boitá, de la localidad de Kennedy, así lo informó el noticiero local CityTv. Allí, un joven, después de tener un encuentro acordado a través de una aplicación de citas con un hombre, resultó drogado y robado por su acompañante. El autor del crimen, tras adormecer a su víctima, escapó con diversos objetos de valor y hasta su mascota se llevó, un perro de seis meses.
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La indignación creció al conocer que los amigos del joven encontraron el escenario del robo al retornar de trabajar y que las autoridades, al ser notificadas, no respondieron de manera inmediata a la emergencia.
En otro suceso, un hombre en la localidad de Suba fue drogado por dos mujeres con las que compartía una botella de tequila. Tras perder la conciencia, fue despojado de joyas y dinero, y al despertar, descubrió cargos no autorizados en sus cuentas bancarias. Las cámaras de seguridad registraron a las delincuentes abandonando la propiedad y a un cómplice masculino esperándolas fuera.
Además, la Policía Metropolitana de Bogotá detuvo a dos mujeres en Chapinero, sorprendidas portando sedantes potencialmente destinados a cometer actos similares. La captura tuvo lugar en la madrugada del 8 de enero de 2024, en una zona conocida por su vida nocturna, la 85. Las detenidas cuentan con antecedentes delictivos, lo que añade gravedad a su arresto.
Recientemente, se reportó otro incidente que se suma a la serie de delitos bajo la influencia de escopolamina. Un joven fue atacado en un hotel del norte de la ciudad, donde el perpetrador usó una sustancia para poder tener control del celular de la víctima, cambiar las claves de sus tarjetas de crédito y sustraer sus pertenencias. Según Sonia Mccolins, madre del afectado, el delincuente accedió a las cuentas bancarias y solicitó dinero a contactos durante las 18 horas posteriores al robo.
Estos casos no son aislados. Desde el inicio de 2024, Bogotá ha experimentado otros incidentes en los que la escopolamina ha sido el factor común. El alcance de este problema ha llegado a tal punto que la Policía de Bogotá ha incrementado sus esfuerzos para identificar y capturar a los responsables, así como para desmantelar redes delictivas que pudieran estar detrás de estos delitos.
El constante peligro que representa la escopolamina en la capital colombiana ha puesto en alerta a las autoridades y a los ciudadanos, quienes son instados a ejercer precaución extrema en situaciones de interacción con desconocidos, especialmente en contextos donde el consumo de bebidas pueda vulnerar la capacidad de discernimiento.
Desde el Concejo de Bogotá se levantó una voz de advertencia sobre el tema, ya que según Julián Uscátegui, del Centro Democrático, durante 2023 los casos de esta modalidad de robo aumentaron drásticamente.
“En el 2023 se presentaron 1.409 casos de personas escopolaminadas y 125 viviendas fueron hurtadas bajo esta técnica delictiva, siendo estas las cifras más altas en los últimos 10 años”, detalló el cabildante.
El político de derecha también habló del mes con mayor número de casos, haciendo énfasis en si hombres o mujeres eran las más afectadas: “En hurto a personas, marzo fue el mes con mayor número de casos con 164, seguido por julio donde se presentaron 160. Los hombres son las principales víctimas, 1.225 en comparación con 184 mujeres”.
Finalmente, solicitó al alcalde Galán fortalecer la presencia de autoridades y despliegue operativos de control en los sectores más afectados por este flagelo.