El sábado 20 de enero Colombia se enteró del fallecimiento de la senadora del Pacto Histórico Piedad Córdoba, como consecuencia de un infarto a sus 68 años de edad.
Su peculiaridad no solo radicaba en su estilo y forma de vestir, sino también por haber sido una de las “perseguidas políticas” por parte del entonces procurador General de la Nación Alejandro Ordoñez, que la destituyó e inhabilitó de su cargo de senadora el 27 de septiembre de 2010, porque supuestamente Córdoba colaboraba con la entonces guerrilla de las Farc.
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De acuerdo con el comunicado emitido por la Procuraduría, en ese entonces: “La investigación tuvo origen en los hallazgos de los medios electrónicos incautados en la Operación Fénix donde fue abatido alias “Raúl Reyes”. En ellos se logró establecer que el cruce de documentos entre el grupo guerrillero y la senadora en los que se identificó con los alias de “Teodora”, “Teodora de Bolívar”, “La Negra” y “La Negrita”, la parlamentaria se extralimitó en sus funciones así como en la autorización dada por el Gobierno para gestionar el intercambio humanitario”.
En el documento de 140 páginas de la destitución de la senadora por parte del exprocurador Ordoñez, indicaba que Córdoba había impulsado a las Farc con el propósito de encaminar sus logros y objetivos:
“Igualmente, las pruebas demostraron que la mencionada senadora de la República trabajó con otras personas en realización de obras. Para este despacho, entonces, no existe el menor asumo de duda que los comportamientos por haber instado a las Farc para que este grupo al margen de la ley fuera hostil contra miembros de partidos políticos y demás servidores públicos”, indicó el documento.
Aunque en su momento la Procuraduría, al mando de Ordóñez, sostuvo que el material probatorio había sido corroborado con “otros medios de prueba”; en 2016, luego de que Córdoba demandará la decisión ante el Consejo de Estado, se halló en que finalmente la Procuraduría no tuvo razones de peso para apartarla de su cargo público:
“La Procuraduría General de la Nación vulneró el derecho fundamental al debido proceso de la accionante al considerar como pruebas válidas, dentro del proceso disciplinario, las practicadas y recaudadas en desarrollo de la “Operación Fénix”, las cuales se consideran inexistentes”, sostuvo El Consejo de Estado.
Posteriormente, el caso pasó a grueso calibre cuando en 2022 se conoció que el exprocurador Ordoñez debía sacar de su bolsillo $1.600 millones, por su decisión de destituir a Piedad Córdoba, correspondiente a los salarios y prestaciones que dejó de recibir la senadora durante el tiempo que salió del cargo.
La demanda habría sido instaurada por la Procuraduría, que tuvo que pagar dichos dineros a la senadora:
“Condenar al demandado a pagar a favor de la Procuraduría General de la Nación mil seiscientos setenta y cuatro millones ochocientos sesenta y cuatro mil setecientos dieciséis pesos ($1′674.864.716), con la respectiva indexación e intereses, suma que fue reconocida y pagada por la entidad a la señora Piedad Esneda Córdoba Ruíz”, se lee en la demanda del Ministerio Público contra Ordóñez.
Ahora que se conoció la muerte de la senadora del Pacto Histórico, el presidente Gustavo Petro la despidió recordando el oscuro episodio en su vida política.
La empatía del presidente con la destitución de Córdoba se relaciona con la misma situación que vivió como alcalde de Bogotá, cuando fue destituido e inhabilitado por 15 años, en una decisión de la Procuraduría dirigida por Ordoñez; esto, ante supuestas irregularidades en la reforma del sistema de recolección de basuras de la capital colombiana, en diciembre de 2012.
“Piedad Córdoba fue una mujer golpeada por una época y una sociedad. Luchó toda su vida madura por una sociedad más democrática. Su cuerpo y su mente no resistieron la presión de una sociedad anacrónica, que aplaudía los ajustamientos de jóvenes, que odiaba el diálogo y la paz, que odiaba a los negros, a los indígenas y a los pobres, que la trataba como una criminal. Un procurador fascista la expulsó del senado y se burló de sus electores, quise resarcir el daño y ayudé a que hiciera parte de la lista del Pacto Histórico, sentí que lo merecía. Como congresista la conocí y como senadora murió. Una verdadera liberal ha muerto”, expresó Petro vía X.