Jurado de La Voz Kids reveló singular apodo que tenía en su infancia

Del regreso de La Voz Kids a la programación de Caracol Televisión ya ha pasado más de una semana. Desde su regreso para su séptima temporada, el concurso de talentos musicales ha liderado la franja nocturna en el rating sin oposición.

Esto demuestra que una suma de factores entre el formato con sus audiciones a ciegas y las batallas entre los concursantes, sumado a las historias de vida de los niños y niñas que asisten al programa, y el carisma del jurado conformado por Andrés Cepeda, Greeicy Rendón y el mexicano Aleks Syntek todavía resuenan en buena parte de los televidentes.

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Justamente durante esta primera semana se han registrado las audiciones a ciegas, en las que los concursantes le cuentan a Colombia sus historias de vida y muestran su talento en el “diamante” de La Voz Kids. Una de las participantes, Sara Camila Matos, generó un momento muy singular en el programa.

La pequeña, tras presentarse y ser aceptada por Syntek (el único que volteó su silla), le extendió al jurado una inquietud relacionada con su nombre artístico, pues no estaba muy segura entre si debía usar Sara o Mila. Luego de una corta deliberación, los tres miembros del jurado determinaron que Mila funcionaba mejor, por ser un nombre poco común.

Ahora que tenía su nombre artístico elegido para las próximas fases del programa, Mila le preguntó a los tres cantantes cuáles eran sus apodos en el colegio. Entre risas, Cepeda tomó la palabra y reveló que en el colegio le decían Tostao, porque, según explicó, “era muy inquieto, necio, como si tuviera los cables tostaos”. De hecho, el bogotano aseguró que todavía hay personas que lo llaman así.

Por su parte, Greeicy comentó que no tenía un apodo en el colegio, pero sus amigos le solían llamar Yeliana, debido a que es su segundo nombre. Según admitió la vallecaucana, ese nombre no le gustaba hasta hace pocos meses.

Por último, Aleks Syntek confesó su apodo apelando a su sentido del humor, pues indicó que en el colegio le decían “’ay, ya, cállate, cállate, que me desesperas”, haciendo referencia a una de las frases célebres de Quico, el personaje de El Chavo del Ocho. Según explicó, sus compañeros de colegio decían que tenía un gran parecido con el personaje y, además, “hablaba hasta por los codos”.

Angie María Bados, de tan solo siete años de edad, descrestó al jurado y al público durante las audiciones a ciegas luego de su interpretación de Que canten los niños, de José Luis Perales. Aunque Aleks Syntek y Greeicy se dieron la vuelta para quedarse con su talento, la niña quería ir al equipo de Andrés Cepeda, pero al explicarle este que eso no era posible, la pequeña se decantó por unirse al equipo de la vallecaucana, que la recibió con los brazos abiertos.

Tras bambalinas también se vivió a flor de piel el momento. Allí, la presentadora Laura Tobón acompañó a los familiares de la concursante, y escuchó de primera mano la historia de vida de Fernanda Ibarra, la madre de Angie. “Estoy trabajando en servicios generales y no es deshonra, porque uno lo hace con el corazón. A veces uno piensa que no se pueden hacer las cosas, que es imposible por muchas dificultades que se pasan, pero para Dios nada es imposible y esta es una alegría muy grande, que mi hija llegue muy lejos con su voz. No importa el trabajo que yo haga, ella está ahí”, expresó la mujer notablemente emocionada.

En el escenario, Angie correspondió al amor de su madre con un tierno mensaje. “Yo me siento muy orgullosa de mi mamá, porque trabajó mucho. A mí me gusta cantar y bailar para que ella se ponga feliz”, señaló la niña, que ahora está en la segunda ronda del programa.