Medellín se ha visto envuelta en una controversia debido al aumento de basuras y escombros en sus zonas urbanas. La Secretaría de Medio Ambiente ha cuestionado la importancia asignada por la administración anterior al programa ‘Escombros Cero’, destacando su falta de financiación para el año 2024. Curiosamente, el alcalde actual, Daniel Quintero, ha instado a su predecesor, Federico ‘Fico’ Gutiérrez, a que retome la implementación de dicho programa.
La acumulación de residuos se ha convertido en un punto de tensión entre el alcalde Quintero y Gutiérrez, quienes han intercambiado críticas en redes sociales. Estos desencuentros han evidenciado discrepancias políticas en la gestión y atención a problemas ambientales urbanos, influyendo en la percepción pública sobre el manejo de infraestructuras y servicios públicos en la capital antioqueña.
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Medellín sostenibilidad ambiental
La polémica se enciende entre el exalcalde Quintero y su sucesor Gutiérrez frente a la situación que enfrenta el manejo de los escombros en la metrópolis. En el centro del debate se encuentra en la iniciativa previa ‘Escombros Cero’, propuesta por Quintero, esta promovía la recolección gratuita de escombros reportada por los ciudadanos. Gutiérrez, el actual mandatario de la ciudad, atribuye la problemática a una mala administración previa, indicando que las dificultades son consecuencia de una falta de gestión a lo largo de los años anteriores.
El antiguo regente de la ciudad ha sido un ferviente proponente del programa ‘Escombros Cero’, resaltando su importancia para el mantenimiento de la limpieza urbana. Sin embargo, la discontinuidad financiera de la medida ha sido un punto de disputa. La administración de Quintero, pese a su defensa del proyecto, no dejó asegurados los recursos necesarios para su continuación.
El debate sobre el tratamiento de los escombros en la ciudad refleja los retos de la gestión pública y la importancia de políticas de continuidad administrativa. La confrontación entre el predecesor y el actual alcalde deja al descubierto una brecha en la planificación a largo plazo para la ciudad, subrayando la necesidad de estrategias sostenibles que sobrepasen los periodos de gobierno para asegurar el bienestar y el orden urbanos.
Aunque la iniciativa ‘Escombros Cero’ ha dejado de ser financiada, la recolección de residuos sigue siendo una prioridad para la administración actual. La manera cómo Gutiérrez abordará estos desafíos operativos y financieros en la gestión de residuos podría definir el curso de su mandato y la eficiencia de los servicios públicos ofrecidos a los ciudadanos.
Presupuesto para el programa ‘Escombros Cero’ no será renovado en 2024
La secretaria de Medio Ambiente, Ana Ligia Mora, comunicó ante el Concejo de la ciudad que el programa ‘Escombros Cero’, después de un periodo de implementación de aproximadamente ocho meses con un costo cercano a 1.800 millones de pesos, no contará con fondos para su continuidad en 2024. Mora destacó la falta de presupuesto asignado para este proyecto específico al comenzar el nuevo año, lo que pone en tela de juicio su futuro.
La estrategia, cuestionada por su efectividad, ha resultado en un incremento en la acumulación de residuos clandestinos en la ciudad, con un aumento de más de 7.000 metros cúbicos. Así lo reveló la dependencia gubernamental encargada, tras la puesta en marcha de la iniciativa, lo que ha generado incertidumbre sobre la viabilidad de ‘Escombros Cero’ en el manejo de desechos urbanos. Mora señaló que, desde el 1 de enero, han estado en busca de soluciones alternativas ante este vacío presupuestal. “Nosotros el primero de enero llegamos claro, a buscar soluciones, pero no nos dejaron presupuesto para esta línea específica”, indicó la secretaria.
El programa, según Ana Ligia Mora, no fue incluido en el Plan de Desarrollo, sino que se estableció mediante un decreto expedido en marzo de 2023. En él, se estipulaba que los ciudadanos tenían derecho únicamente a una recolección gratuita de escombros que superara los 480 kilos. Este aspecto limita la capacidad de acción frente al problema de los escombros en la ciudad y plantea retos adicionales para su gestión efectiva en el futuro próximo.