Así era como dos hermanos químicos traficaban cocaína y la ocultaban en camas para perros

La mercancía llegaba sin problema a varios países de Europa, por medio de empresas de mensajería internacional

La droga era transportada y custodiada por los integrantes de la organización e, incluso, por sus mismos familiares - crédito Dijín

Toda una organización dedicada al narcotráfico transnacional fue desmantelada luego de un operativo adelantado por la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) de la Policía Nacional, en el que once personas fueron capturadas, entre ellas, el máximo jefe del grupo criminal: Ricardo Adrián Zuleta Soto, conocido como alias Barbas.

El operativo en cuestión contó con el apoyo de funcionarios de la Fiscalía General de la Nación, la Fuerza Aeroespacial de Colombia y la Oficina Antidrogas de Francia, lo que permitió llegar a diferentes partes del país e, incluso, a España, para detener a los presuntos integrantes del grupo narcotraficante.

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Infobae Colombia conoció que, en dos años de investigación, se pudo determinar que la cocaína, que era enviada desde Colombia a países europeos, solía ser camuflada en elementos cotidianos como filtros para aire y camas para perros. También ocultaban la droga en obras de arte, madera, espuma, telas, estuco plástico, carbón activado y pintura.

Después de que el proceso de camuflaje terminaba, la mercancía salía de Bogotá y llegaba por medio de empresas de mensajería internacional a destinos como Francia, España, Londres, Países Bajos, Alemania y Australia.

Familiares terminaron custodiando la cocaína

La cocaína era mezclada con pintura y también era camuflada en madera y obras de arte - crédito Imagen ilustrativa Infobae

La droga era producida en Cauca y Valle del Cauca, desde donde era transportada y custodiada por los miembros de la organización e incluso, por sus mismos familiares. Al llegar a la capital, guardaban el estupefaciente en sus propias viviendas o en apartamentos alquilados, bodegas o fincas. Era allí donde la droga pasaba por el proceso de camuflaje, que necesitaba de conocimientos de química para poder mezclar e impregnar los productos con la sustancia ilícita.

En total, se estima que el grupo delincuencial alcanzó a enviar más de 200 kilos de cocaína en cinco años de operación. Tras varias incautaciones, las autoridades lograron identificar a los presuntos integrantes de la organización, hasta que finalmente pudieron dar con el hermano del cabecilla: Fabio Alfonso Zuleta Soto, conocido como El Químico, que fue capturado en 2021 con una notificación roja de la Interpol y extraditado a España en 2022.

Según confirmó un uniformado a la revista Semana, cuya identidad no fue revelada, los hermanos Zuleta, que dirigían los proceso de tráfico de la droga, tenían conocimientos sobre química que, después, fueron enseñando a los demás integrantes del grupo. De esta manera, la mayoría terminó aprendiendo la técnica precisa para cada uno de los productos en los que la cocaína terminaba camuflada.

La droga que los capturados traficaban era escondida en sus propias casas, o en bodegas y apartamentos alquilados - crédito Dijín

Capturados y enviados a la cárcel

Gracias a las investigaciones adelantadas, el resto de los posibles miembros de la red de tráfico de droga también cayeron. Además del máximo jefe, fueron detenidos y judicializados Hernán Ocampo Yusty, alias Nacho; Herman Augusto Echeverry, alias Flaco; Jaider Luis Sánchez Castro, alias Mello; Edilbrando Rojano Alfaro, alias Brandon; Yuliana Constanza Galvis Herrera, alias Yuli; Héctor Fabio Gaitán Pérez, alias Don Fabio; y Juan Carlos Sánchez Castro, alias Juancho.

Dos de los presuntos integrantes fueron detenidos en España, y los demás en Colombia, específicamente, en Cali, Tuluá y Palmira (Valle del Cauca); Santa Marta (Magdalena); y Mosquera (Cundinamarca). Gracias a sus conexiones, lograron tener injerencia en otros territorios del país como Bogotá, Antioquia y la Costa Atlántica.

De manera diferenciada, los sindicados fueron imputados con cargos por los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, concierto para delinquir y lavado de activos. Un juez de control de garantías envió a siete de los detenidos a la cárcel, mientras se adelantan las investigaciones y se define su situación jurídica. Por su parte, alias Yuli es la única que podrá estar encerrada en su casa durante todo el proceso, por orden del juez.