La posibilidad para que Barranquilla pueda recuperar la sede de los Juegos Panamericanos 2027 es cada vez más remota. Pese a los esfuerzos que anunciaron el presidente de la República, Gustavo Petro, y el alcalde de Barranquilla, Álex Char, la opción parece esfumarse, toda vez que —tal como lo avaló Panam Sports— ya ha ciudades del continente americano que se han postulado para recibir la oportunidad que por incumplimientos económicos dilapidó la capital del Atlántico.
Se conoció el jueves 18 de enero que Lima (Perú), con el apoyo de la presidenta Dina Boluarte, aspira a repetir sede de las justas, luego de haber sido epicentro en 2019 de la competencia de deporte asociado más importante de América. Con lo que entró en la puja por la sede, en la que ya Asunción (Paraguay) había dado el primer paso. Una situación que se generó por el impago de los primeros USD$4 millones por parte de Gobierno colombiano, el 30 de diciembre de 2023.
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Aunque se adelantan gestiones en todos los frentes, entre ellos a través del Comité Olímpico Colombiano (COC), solo un reversazo de proporciones inimaginadas de la Organización Deportiva Panamericana, como se le conoce a Panam Sports, le permitiría a la Puerta de Oro de Colombia disfrutar de una fiesta que el país no alberga desde 1971: cuando Cali, en el Valle del Cauca, albergó por primera y única vez las competencias, con relativo éxito en su desarrollo.
Ciro Solano, presidente del COC, se refirió a la situación y en declaraciones que podrían entenderse como desalentadoras, fue claro en manifestar que Barranquilla no puede, por estatutos, repetir el proceso para obtener la sede que ya tenía en sus manos. En otras palabras: tendrá que esperar un último acto de bondad por parte de la organización para albergar los juegos, luego de que el 3 de enero se oficializara la decisión de retirarle la localía.
¿Qué dijo el presidente del COC sobre los Juegos Panamericanos 2027?
En la antesala de la ceremonia de los Premios Altius Colombia 2023, que se llevaron a cabo en Bogotá y en el que se galardona a los deportistas más destacados del año anterior, Solano fue claro en manifestar que las opciones de La Arenosa y Colombia son, por demás, remotas. Y que, abierta la convocatoria para que más metrópolis se postulen para recibir las justas continentales, el lobby en favor del pueblo barranquillero y su ilusión será una labor titánica.
“Le quiero decir a los colombianos que nosotros somos luchadores. Y hasta que haya posibilidades vamos a seguir. He tenido fe que esa ventanita, que está aún abierta, la podemos abrir. Hay es que tener tranquilidad, mesura, porque es un tema entre entidades olímpicas y es un mensaje para que nos ayuden. Pronto tendremos noticias: si perdemos sería muy lamentable, si ganamos, a trabajar”, afirmó en primer término el directivo, en diálogo con la prensa.
Y fue entonces cuando afirmó que la ciudad más importante de la Costa Atlántica no puede postular su propuesta, así como lo han hecho Lima y Asunción. “Barranquilla no se puede presentar como sede, es absurdo. Si te quitan una sede, cómo te van a dar la posibilidad de que te presentes. Estatutariamente no podría, pero estamos luchando con otros argumentos para que nos la devuelvan”, agregó Solano, que se aferra a una luz de esperanza en este caso.
La estrategia, según reveló, es que antes de que tomen una decisión sobre las aspiraciones de incas y guaraníes, se pueda convencer al comité ejecutivo de Panam Sports, teniendo a Luis Alberto Moreno, que fue miembro del Comité Olímpico Internacional (COI), como principal aliado. La ofensiva de Colombia parece clara, aunque el camino no lo sea tanto, pues el tiempo corre y el chance de albergar las justas parece esfumarse definitivamente para la capital del Atlántico.
Por lo pronto, a 15 días de la determinación que cayó como un baldado de agua fría para el deporte federado del país, es incierto el panorama de cara a los Juegos Panamericanos 2027. En un año en el que los esfuerzos de los atletas debe estar enfocado en la participación en los Juegos Olímpicos, que se harán en el verano europeo, más exactamente del 26 de julio al 11 de agosto en París (Francia).