Joaquín Guzmán Loera, más conocido como El Chapo Guzmán, es un narcotraficante mexicano, líder del cartel de Sinaloa hasta que fue extraditado a Estados Unidos en 2017, luego de esto, parte del negocio quedó en manos de sus hijos, que fueron denominados Los Chapitos.
Durante varios años, se ha especulado con la presencia de narcos mexicanos en Colombia, sumado a investigaciones en las que se han visto envueltos políticos colombianos; en una de estas, se resaltó la presencia de Jesús Alfredo Guzmán Salazar en Colombia en 2016.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel y en Google News.
Las autoridades en México y Estados Unidos han señalado que Jesús Alfredo —que nació durante el primer matrimonio de El Chapo—, es conocido en el mundo criminal bajo tres alias, Alfredillo, Alfredito y El Menor, siendo resaltado como el segundo al mando dentro de la célula del cartel de Sinaloa llamada Los Chapitos, que comanda junto a su hermano Iván Archivaldo Guzmán Salazar.
Sobre su llegada a Colombia, en una investigación realizada por Proceso se asegura que esto se registró luego de la captura de El Chapo Guzmán, lo que dejo a cuatro de los hijos del narco al frente del cartel de Sinaloa, continuando con una guerra en contra del cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Esto se profundizó durante la celebración de cumpleaños de uno de ellos, la cual fue interrumpida por el CJNG, en un ataque que tenía como objetivo secuestrar a los hijos de El Chapo y algunos otros invitados a la fiesta privada.
Después de esto, y con el objetivo de quedar por fuera de los ataques en contra de la organización, Jesús Alfredo Guzmán tomó la decisión de salir de México en septiembre de 2016, y Proceso aseguró que fue Colombia, más específicamente en el Valle de Aburrá, en donde Alfredillo se escondió.
Sobre el accionar de Guzmán Salazar en Colombia, se resalta que estuvo en Envigado, en donde fue protegido por La Oficina, lo que le permitió resguardar su vida, pero también seguir delinquiendo, ya que habría instalado dos laboratorios de cocaína en esta región de Colombia.
Para no ser identificado por las autoridades colombianas, Alfredillo tendría a su mando un numeroso esquema de seguridad, además de que no se presentaba en ningún lugar como el hijo de El Chapo, sino bajo otra identidad.
Proceso asegura que el narco permaneció en Envigado y que durante el tiempo que estuvo en Colombia habría adquirido propiedades en El Poblado y Las Palmas, en Medellín, en las cuales organizó múltiples fiestas en las que exponía su poder económico.
De la misma forma, de acuerdo con Testigo Directo, Jesús Alfredo Guzmán Salazar también habría realizado millonarias inversiones en equipos de fútbol amateur en Envigado, con lo que se ganaba la confianza y el respaldo de las personas en la región.
Esto también hizo que se le reconociera bajo la imagen de su padre, las autoridades lo catalogaron como el nexo entre el cartel de Sinaloa y las organizaciones criminales en Colombia, lo que hizo que tomara la decisión de volver a México.
Sobre la presencia de narcos mexicanos en Colombia, Eje Central publicó una investigación en la que afirmó que los hijos de El Chapo e Ismael El Mayo Zambada (enemigos en México) habrían tenido una alianza con el Banco Serfinanza, propiedad de la familia Char, para permitir la consolidación del cartel de Sinaloa y Los Chapitos en los puertos de Barranquilla, Cartagena y Santa Marta.