El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se reunió el viernes 19 de enero con el papa Francisco en el Vaticano, en un encuentro que tuvo una duración aproximada de 35 minutos y en el que se discutieron algunos temas de interés nacional, como el proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Estado Mayor Central (EMC).
Unos minutos después del encuentro con el sumo pontífice, el jefe de Estado abordó el tema de los recientes ataques a su esposa Verónica Alcocer, que se encontraba con su hija menor, Antonella. Durante sus declaraciones a la prensa, señaló que los hechos no son aislados y que constituyen delito de hostigamiento.
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El mandatario comentó: “No pasó ayer, pasó hace ya algunas semanas en sus vacaciones”, y recalcó la necesidad de que la justicia actúe al respecto.
Sin embargo, en el momento que salió a la luz pública el video en el que se increpó a la primera dama a cerca de los Juegos Panamericanos y el socialismo, el presidente publicó en su perfil de X: Este odio ignorante es inducido. Lo leen y se introduce en las campañas del desprestigio, lo escuchan en comentarios mediáticos”. fueron las palabras del jefe de Estado.
Así mismo, luego de su encuentro con el papa Francisco el mandatario describió los incidentes sufridos por su hija y su esposa Verónica Alcocer como “delitos ya repetitivos, sistemáticos”, subrayando la gravedad y la repetición de los mismos. “Es repetitivo el hostigamiento cuando está mi hija en la calle, en qué lugar, y eso es un delito, y si es un delito, la competencia la tiene el fiscal”, expresó Petro tras su reunión con el máximo jerarca de la Iglesia católica.
El encuentro entre Petro y el papa Francisco y las posteriores declaraciones del presidente acerca de los ataques a su hija han generado atención de la opinión pública y también la preocupación por la seguridad de la familia presidencial. Mientras se espera una respuesta de las autoridades competentes, el suceso se suma a los desafíos de seguridad que afrontan los funcionarios y sus familias a nivel global.
Gustavo Petro calificó de persecución continua el acoso a su esposa y a su hija
El presidente Gustavo Petro ha denunciado a través de sus redes sociales un nuevo episodio de hostigamientos dirigido hacia su hija Antonella y su esposa Verónica Alcocer, ocurrido en un parque temático en Orlando, Florida. Según su declaración, una mujer originaria de Colombia habría agredido verbalmente a Verónica Alcocer, madre de Antonella, en presencia de la menor, quien cuenta con 15 años de edad. Este hecho se suma a un incidente anterior, cuando la joven fue blanco de gritos en un evento deportivo en Barranquilla.
Sin embargo, esta no es la primera vez que la familia presidencial ha tenido que enfrentar episodios similares, recordando el momento en que miles de asistentes al estadio Metropolitano de Barranquilla corearon “fuera Petro” en un partido entre Colombia y Brasil.
El presidente Petro, a través de sus redes sociales, condenó la situación, sugiriendo que tales actos de “odio ignorante” están motivados por manipulaciones con intereses económicos. Además, criticó el silencio del fiscal Barbosa frente a estos ataques contra su hija.
El video del reciente altercado fue difundido por las redes sociales y muestra a una mujer cuestionando a la primera dama sobre temas como los Juegos Panamericanos y el capitalismo, mientras ignora sus comentarios.
El mandatario también se refirió a la naturaleza de la agresión, especulando sobre la percepción de la mujer de que no estaría cometiendo un delito. La figura de la primera dama Verónica Alcocer ha estado recientemente en el centro del debate público tras revelarse gastos asociados con la comitiva oficial que la acompaña en actos gubernamentales.
Los detalles sobre dichos gastos siguieron a la publicación del video mencionado, intensificando las discusiones sobre la familia presidencial y su exposición mientras no estaban en funciones oficiales.
Las declaraciones de Gustavo Petro generaron una ola de reacciones en línea, evidenciando el debate político y social que se vive en Colombia y cómo las figuras públicas y sus familias pueden verse afectadas incluso fuera del país. La discusión actual pone de manifiesto las tensiones políticas y el escrutinio hacia aquellos en el gobierno, así como la necesidad de debatir sobre el respeto hacia la vida privada de las personas, en especial cuando se trata de menores de edad.