La reciente polémica por la presunta exageración de Geraldine Fernández en el proyecto de El niño y la garza, del Estudio Ghibli, ha desencadenado un debate en el sector de animación en Colombia.
El estudio internacional, venerado por muchos en la industria, se ha convertido en el epicentro de una controversia que plantea cuestionamientos sobre la ética y la credibilidad en el ámbito de la animación en Colombia con respeto a la mirada internacional.
Aunque las disculpas públicas ofrecidas por Fernández fueron aceptadas por Women in Animation Colombia, organización que funge como “directorio online de mujeres en el mundo de la animación en Colombia”, han decidido abrir una puerta a una reflexión más amplia sobre la relación entre el periodismo y la animación, y sobre todo, el pensamiento nacional sobre la animación colombiana.
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Las incoherencias presentadas por Fernández en sus diversas apariciones públicas no han pasado desapercibidas para los profesionales de la animación. Desde detalles administrativos hasta la falta palpable de un portafolio y una capacidad de producción realista, según comentan desde WIA Colombia, solo demuestra la falta de interés real por la animación desde los medios nacionales, pues en su comunicado sugieren que los engaños de Geraldine fueron desenmascarados por personas de la industria y no por la prensa.
“Muy probablemente fueron las personas de la industria de la animación quienes percibieron las incoherencias que esta persona mencionaba en sus presentaciones y entrevistas... Estos factores nos hacen cuestionar al periodismo del país con respecto a si se acercaron a fuentes confiables para verificar estos datos y se “untaron” un poquito acerca de las dinámicas y requerimientos que implican la realización de piezas animadas”, se lee en el comunicado de WIA Colombia.
Desde la perspectiva de quienes ejercen roles clave en la dirección, producción, animación e ilustración, se emite un llamado a los medios para que se acerquen a instituciones certificadas y estudios representativos de la animación en Colombia, como invitar a la población colombiana en interesarse más en la animación.
Este análisis también destaca la importancia de dirigir la mirada hacia proyectos nacionales que han logrado reconocimientos internacionales, posicionando a Colombia como un jugador destacado en la animación global, mencionando la participación de proyectos colombianos en festivales de prestigio como Cannes, Chile Monos, Film Festival y el Festival Internacional de Animación de Annecy.
Este momento crítico brinda la oportunidad de poner el foco en las artistas mujeres que han desempeñado un papel central en la industria de la animación colombiana. Su participación activa y creciente es fundamental para la producción de obras de calidad y mensajes significativos.
“Somos mujeres colombianas que desde el país y otras partes del mundo estamos construyendo nuestro camino en la animación, tanto en la academia, como en la industria, por eso queremos compartir algunos nombres y sus trayectorias”, finaliza el comunicado de la WIA Colombia, para luego enlistar la experiencia de más de 20 mujeres inmersas desde la academia y la practica en el mundo de la animación.
Dentro del mismo comunicado, el directorio de mujeres en la animación en Colombia, comparten algunos estudios dedicados exclusivamente a este formato de producción audiovisual, con varios años de recorrido y proyectos en Animación 2D, 3D, stopmotion, rotoscopia, tipográfica y en formatos de comerciales, largometrajes, cortometrajes, videos musicales, documentales y educativos.
Finalmente, su comunicado finaliza señalando algunas instituciones certificadas con estudios de animación en Colombia, entre carreras y programas universitarios.
“Agradecemos su compromiso con la animación y el talento colombiano. Esperamos que su cobertura en el futuro sea respetuosa y rigurosa con el lector”, cierran la WIA Colombia en su comunciado.