En medio de la Feria de Manizales, se vio un fenómeno que ya ha tenido precedentes en diferentes partes del mundo. Durante la reciente celebración de la número 67, un nuevo protagonista se ha apoderado de parte del escenario: los patitos kawaii.
Por las calles manizaleñas se vio a los asistentes portando como accesorio a estos patitos amarillos en sus cabezas, sombreros aguadeños y hasta en las monturas para los caballos que participaron en los múltiples desfiles y exhibiciones.
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Según se registró en redes sociales e, incluso, en publicaciones de la misma Feria de Manizales, los comerciantes informales se hicieron su diciembre en enero, tras comercializar con estos accesorios.
El origen de estos patitos se vincula con una exposición del artista holandés Florentijn Hofman, aunque algunos afirman que provienen de los mangas y series anime, productos culturales audiovisuales japoneses. Desde entonces, los patitos Kawaii han invadido fiestas en América Latina, como sinónimo de alegría, optimismo y hasta buena suerte gracias a su distintivo color amarillo.
Esta moda, presente desde hace años en Asia, encontró su primer hogar latinoamericano en Brasil, donde se popularizó en festivales y carnavales. Desde Brasil, la fiebre amarilla se expandió a Ecuador y ahora ha conquistado el corazón de Colombia y Manizales. Personas de todas las edades sucumben a la tentación de portar estos adorables pollitos.
La fiebre del pato ha colonizado las redes sociales, convirtiéndose en un fenómeno viral. Según usuarios en todo el mundo, esta moda tiene varios orígenes, todos asiáticos. Según el Milenio, Filipinas se encargó de popularizar estos patitos kawaii. Otra teoría sugiere que esto viene de costumbres y tradicionalismos japoneses, enfocados a la transmisión de energía eufórica de espacios de esparcimiento.
En Medellín, Barranquilla y Bogotá también han registrado la venta de este tipo de accesorios en las estaciones de transporte público y las zonas de comercio popular, de hecho, el medio Al Día, registro que, “... hoy (17 de enero) un taxi recorrió las calles con un pato de un tamaño superior a los dos metros de altura. El vehículo cumplió un recorrido por las calles de la ciudad y fue observado en diferentes puntos del norte, especialmente en la calle 46, a la altura del Banco de la República; y en el Gran Malecón del Río”.
Downhill urbano en el centro de la controversia en la Feria de Manizales
La reciente edición de la Feria de Manizales, que se inauguró el 8 de enero, se destacó por su rica amalgama de eventos masivos. Entre ellos, el Downhill Urbano surgió como una singular expresión deportiva, generando tanto admiración como críticas por su audacia y los riesgos intrínsecos. Esta modalidad de ciclismo de montaña lleva a los corredores a enfrentar obstáculos desafiantes en descensos vertiginosos, poniendo a prueba sus habilidades al límite.
En el recorrido, que se extendió desde los barrios de Cervantes hasta Arrayanes, Sebastián Holguín se alzó en la categoría masculina, mientras que Valentina Roa triunfó en la femenina. El campeón mundial, Tomás Slavik, participó como uno de los destacados representantes. A pesar de los éxitos, más de cinco accidentes durante la competencia provocaron críticas en las redes sociales, donde grabaciones virales mostraban los percances más impactantes.
Las controversias llevaron a cuestionamientos sobre la responsabilidad de la alcaldía de Manizales al permitir un evento que algunos consideran arriesgado. Sin embargo, tanto deportistas como organizadores defendieron la seguridad del evento, asegurando que todos los participantes contaban con la protección obligatoria. Aunque los accidentes fueron espectaculares, ninguno resultó en lesiones graves.
Valentina Roa, vencedora en la categoría femenina, compartió su satisfacción y confianza en su habilidad. Además del Downhill Urbano, la Feria de Manizales presentó una emocionante competición de BMX en la renovada pista del Bosque Popular El Prado. A pesar de la controversia, el ciclismo de montaña, especialmente el Downhill Urbano, se practica constantemente en Colombia, siendo Marcelo Gutiérrez un destacado representante reconocido a nivel internacional.
Colombia también ostenta el Guinness récord por la carrera de Downhill más larga del mundo, que tuvo lugar en el Cerro de Monserrate (Bogotá) en 2019. Este evento, organizado por Red Bull, destacó con un trazado de 2.5 kilómetros. A pesar de las críticas y desafíos, el ciclismo de montaña sigue consolidándose como una pasión intrépida que no teme desafiar los límites, dando vida a eventos inolvidables como el Downhill Urbano en la Feria de Manizales.