Luego de la emergencia que se presentó en la vía Medellín-Quibdó, y que ha dejado hasta el momento 39 fallecidos, el presidente de la República, Gustavo Petro, firmó el decreto con el que se oficializa la declaratoria de desastre natural en Chocó.
Esta medida extraordinaria se aplicará por doce meses, que podrán ser prorrogables. Durante este tiempo, los organismos de socorro podrán tomar acciones específicas para el manejo de situación de desastre.
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El documento agregó que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres procederá a elaborar el Plan de Acción Específico para el manejo de la situación de desastre “que deberá contener las estrategias para la respuesta, la rehabilitación y reconstrucción de las áreas afectadas, y deberá integrar las acciones requeridas para asegurar que no se reactive el riesgo de desastre preexistente”.
El decreto también establece que el Invias (Instituto Nacional de Vías) y la ANI (Agencia Nacional de Infraestructura) deben tomar medidas en la infraestructura vial:
“En el marco de sus funciones legales y reglamentarias, el Ministerio de Transporte, el INVIAS y la Agencia Nacional de Infraestructura, coordinarán lo pertinente y necesario para intervenir las vías afectadas y formularán, estructurarán y ejecutarán, las líneas del PAE con relación al sector transporte”, concluye el decreto.
En días pasados el presidente Gustavo Petro estuvo en el lugar de la emergencia y desde allí hizo la declaratoria de desastre natural en Chocó, después del alud que se produjo sobre la vía que conecta al departamento con Medellín, lugar donde ocurrió el accidente en horas de la tarde del viernes 12 de enero.
Luego del recorrido que hizo por el sector conocido como ‘El 17′, en el municipio de El Carmen de Atrato, el jefe de Estado pronunció: “Se va a declarar el desastre y ese decreto tiene un efecto concreto para que podamos trasladar recursos de unos paquetes presupuestales a otros: quinientos mil millones de pesos se van a trasladar de la ANI a Invías para que se pueda cometer no solo el final de la obra, sino también lo que no se hizo”.
Además, el mandatario nacional agregó en ese momento que “queremos lograr que la inversión no sea solamente un asfalto o cemento rígido, sino para la seguridad de la vía, que es precisamente que estas montañas no sean riesgosas para las personas que transitan por la zona”.
Por su parte, el ministro de Transporte, William Camargo, explicó las implicaciones de la declaratoria: “nos permite habilitar recursos adicionales para intervenir, no solo el corredor vial, sino todo lo que implica la estabilización y verificación de los taludes”, dijo para una entrevista en W Radio.
De esta manera, el jefe de cartera espera que con esos recursos mitigar de manera adecuada, además de “implementar en todo el borde litoral pacifico una instrumentación que por el incremento de lluvias se genera un riesgo”.
Asimismo, el ministro Camargo aseguró para el medio mencionado que en momento de incremento de lluvia es muy probable que se generen deslizamientos, por lo que “son situaciones que, por efecto de cambio climático, el aumento de lluvia y las inversiones que no tiene la misma cuantía pueden afectar esas condiciones de estabilidad de las obras”, concluyó.
El derrumbe en el kilómetro 39+500 de la vía Medellín-Quibdó, en el corregimiento El Olaya, municipio de El Carmen de Atrato (Chocó), ocurrió el viernes 12 de enero de 2024, y tomó por sorpresa a decenas de personas que estaban en el interior de sus vehículos, esperando a que se les permitiera el paso por el corredor vial. Como también a otras víctimas que se resguardaban de la lluvia en una vivienda al borde de la carretera también terminaron sepultadas por el alud.