Durante su visita a Davos, Suiza, para asistir al Foro Económico Mundial, el presidente Gustavo Petro ofreció café para promocionar al país como destino turístico y de inversión a los invitados a la denominada ‘casa Colombia’, ubicada en la calle Promade, una de las más exclusivas de esa región,
Pero la empresa encargada de proporcionar los productos no es colombiana, sino española. Se trata de Supracafé, cuya sede está ubicada en Móstoles, cerca a Madrid.
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Sin embargo, el producto que ofrece sí es cien porciento colombiano, pues el café es cultivado en Cauca, una de las regiones más castigadas por la violencia en el país.
El fundador de la empresa es Ricardo Otero, que nació en un pequeño pueblo de Toledo (España), en el seno de una familia de agricultores. Se trasladó a Madrid para realizar sus estudios universitarios en Economía, pero antes de terminar, le concedieron una beca de dos meses para trabajar por dos años en Colombia en un cargo administrativo.
Trabajó en el sector cafetero, se enamoró del producto y se enamoró del país, por lo cual decidió quedarse por dos años más. Desde ese entonces han pasado 32 años en los que se ha dedicado por completo al negocio del café.
A su regreso a España, su jefe de ese entonces le propuso seguir involucrado en el negocio cafetero junto con él y montar una empresa. Así fue como nació Supracafé, que hoy tiene locales emblemáticos en turísticas partes de Madrid y que ofrece café cultivado en Colombia. “Hicimos un estudio de mercado y vimos que en España había mucho desconocimiento alrededor de la calidad del café, pero que la gastronomía estaba en auge y que podría funcionar”, le dijo el empresario al medio Notimérica.
La Asociación de Mujeres Caficultoras del Departamento del Cauca
Como Otero quería ofrecer café arábigo, que es el de tipo de exportación que se produce en Colombia, escogió las montañas del Cauca, que al igual que Nariño, tenía las condiciones perfectas para sembrar el producto. Entonces, en la década de los 90, adquirió un terreno de cien hectáreas a los pies del volcán Puracé, cerca de Popayán, la capital del departamento.
Sus amigos y familiares le decían que estaba loco por decidir fijarse en esa región para hacer inversiones, pues se trataba de una de las zonas más afectadas por el conflicto armado colombiano, en donde se desarrollaba la cruenta guerra entre el Gobierno y la ahora extinta guerrilla de las Farc.
Pero cuenta el empresario al medio mencionado que lejos de amedrentarse, decidió invertir allí no solo para sacar adelante su compañía, sino para ayudar a salir de la pobreza a la población.
Esa región tiene más de noventa mil pequeños productores de café, entre los que se encontraba una asociación de mujeres cabezas de familia que habían perdido a sus maridos por la guerra. Ricardo las ayudó y ellas le ayudaron a Ricardo, de tal manera que nació la Asociación de Mujeres Caficultoras del Cauca, que recibió a más de doscientas familias productoras de café.
El programa resultó ser tan exitoso, que la AECID, la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo, invirtió para que otras 200 familias se sumarán al proyecto de producción de Supracafé.
En esas tierras, la compañía de Otero montó una hacienda que a partir de 2015 comenzó a albergar un parque científico, tecnológico y de innovación. Posteriormente, en 2017, convirtieron la hacienda original en el Hotel Hacienda Supracafé, que ofrece habitaciones de lujo y la posibilidad de organizar eventos y matrimonios. Además, la empresa ofrece talleres y excursiones a los cafetales y a Parques Naturales de la zona.
Actualmente, Supracafé vende café keniata, costaricence, guatemalteco y brasileño, producidos fuera de Colombia. La OCDE la nombró como el café oficial de sus cumbres, y el programa de Naciones Unidas para el Desarrollo la eligió como medelo de éxito para integrar el ‘Business Call to Action’, una plataforma que busca “acelerar el progreso frente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”.