El macabro descubrimiento, guiado por perros que siguieron el olor nauseabundo, tuvo lugar en una zona con alto nivel de matorrales, detrás del colegio Monte Alvernia.
Vecinos horrorizados alertaron de inmediato a las autoridades al percatarse de los restos humanos esparcidos en el área boscosa. La presencia policial confirmó que la víctima era una niña recién nacida, lo que profundizó la consternación entre la comunidad.
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La veeduría de seguridad y derechos humanos de Barrancas no tardó en lamentar este “aberrante caso”, exigiendo a las autoridades esclarecer el crimen de manera prioritaria. Mientras tanto, la Alcaldía de Barrancas emitió un comunicado repudiando el asesinato y exhortando a la Policía y al ICBF a investigar el entorno familiar.
Las autoridades no confirmaron la edad real de la menor, ni su identidad, pero aseguraron que solo “tenía meses de edad”.
Este suceso ha conmovido a los residentes del barrio Pringamozal, sumiéndolos en un estado de shock y tristeza. La comunidad, ansiosa de respuestas, espera que las autoridades realicen una exhaustiva investigación para arrojar luz sobre las circunstancias de este acto atroz y encontrar a los responsables de tan inhumano crimen.
Pese a que no se ha revelado información oficial de este caso, según lo registra El Tiempo, la bebé sería hija de una ciudadana venezolana que vivía en cercanías a esta zona boscosa, en dónde se encontró la mitad del cuerpo. Además, según registra el mismo medio, esta ciudadana extranjera manifestaba, su´puestamente, que la bebé se encontraba con su abuela.
Siendo las 11 y 22 de la mañana y según una actualización de este caso, realizada por El Herlado, luego de que el CTI hiciera presencia en la escena, se desarrolló una investigación en la que se le preguntó a centros médicos sobre algún caso de una mujer que se haya practicado un aborto, con el fin de determinar algún doliente de la bebé.
“Lo que tenemos es que es un feto, al parecer, alguna mujer tuvo como un aborto y este cuerpo lo colocó en una bolsa y lo arrojó en un basurero, los animales como perros encontraron la bolsa y empezaron a sacar las extremidades del cuerpo. La comunidad se percata y nos da aviso y nosotros procedimos a recuperar las partes del cuerpo en conjunto con la Fiscalía General de la Nación. Estamos en labores de investigación para dar con el paradero de la madre, evaluamos si hay cámaras de seguridad. La madre será la que nos permita esclarecer los hechos”, sostuvo el comandante de la Policía en el departament, Diego Montaña.
18 días de 2024 y ya ha habido varios infanticidios en la Guajira
En un evento que ha sacudido a la comunidad de La Guajira, dos niños de 7 y 3 años han sido encontrados muertos el 31 de diciembre de 2023.
Los cuerpos presentaban signos de tortura y fueron descubiertos colgados de un árbol entre los municipios de Distracción y San Juan del Cesar. Luis Fernando Mojica Zabala, de 24 años y padre de las jóvenes víctimas, está implicado en el infanticidio. Actualmente se encuentra hospitalizado, bajo custodia y sin emitir declaraciones sobre los hechos.
La tragedia se desencadenó luego de una disputa familiar el 30 de diciembre, donde Mojica Zabala se llevó a los menores contra la voluntad de su abuela materna. Tras la denuncia de la abuela, las autoridades locales, lideradas por el coronel Diego Montaña, emprendieron la búsqueda.
Según el coronel Álvaro Mora, comandante de Infancia y Adolescencia de la Policía, se presume que los niños perdieron la vida a manos de su padre por asfixia mecánica. Más tarde, Mojica Zabala sufrió un accidente tras lanzarse contra un bus, resultando herido y hospitalizado.
“Un hecho lamentable en donde desafortunadamente fue un padre de familia, tuvo una discusión dos semanas atrás con su pareja sentimental, él se separó de la persona. La señora madre se dirigió a Bogotá en búsqueda de trabajo y dejó en custodia de su abuela a sus dos hijos”, agregó el oficial.
El caso ha revelado una reciente separación de Mojica Zabala con Andrea de Agua, madre de los niños, quien había viajado a Facatativá, Cundinamarca en busca de trabajo. La relación entre ambos era problemática, con antecedentes de agresiones y amenazas, según testimonios cercanos. La despedida de los niños se llevó a cabo el 3 de enero, con manifestaciones exigiendo justicia en el Juzgado Promiscuo Municipal de la región.
“Se está en el desarrollo de los actos urgentes para generar la orden de captura que permita la judicialización y que responda ante la autoridad competente por este lamentable hecho”, añadió por su parte el comandante Montaña.
En contexto, Andrea de Agua, se había mudado para proteger a su familia e intentar mejorar su calidad de vida. Se ha reportado que el sospechoso expresó anteriormente intenciones de violencia hacia sí mismo y hacia su expareja. Estos detalles surgen de informaciones proporcionadas por el periodista Yonairo Gómez y son reflejo de la atmósfera de tensión previa al lamentable suceso.