Geraldine Fernández es una colombiana que se hizo famosa luego de que afirmara haber trabajado como ilustradora en el largometraje ganador a Mejor Película Animada en los Globo de Oro, El Niño y la Garza, que es dirigida por Hayao Miyazaki.
El caso de la barranquillera se volvió un escándalo tras descubrirse que mintió, pues en realidad no hizo parte de la producción de Studio Ghilbi.
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Lo que generó más controversia en el caso es que, tras descubrirse en la mentira, Geraldine Fernández continuó asegurando que si bien su participación en la animación del largometraje había sido mínimo, sí había ilustrado.
Y si bien, el jueves 18 de enero la barranquillera decidió dejar insistir en que había trabajado en El Niño y la Garza, y reveló que se trató de una mentira que dijo en un círculo pequeño de sus amigos, pero que “se le salió de las manos” sin poder detenerlo; la mentira terminó siendo aquello por lo que la reconocieran, más allá de su talento.
Para abordar el tema de la mentira y la necesidad humana de mentir, Infobae Colombia consultó a Mauricio Castaño Ramírez, médico psiquiatra y presidente de la Asociación Colombiana de Psiquiatría (ACP), que trató la mitomanía como un síntoma más que una enfermedad mental.
¿Qué es la mitomanía?
Según el doctor Mauricio Castaño Ramírez, la mitomanía “es una condición psicológica en donde una persona tiene la tendencia a crear historias, narrativas o hechos que están por fuera de la realidad, que se alimentan de la fantasía”.
Sin embargo, el médico psiquiatra aclaró que la mitomanía en sí misma no es un trastorno mental, pero se puede encontrar en ciertas condiciones mentales.
“La mitomanía se puede presentar en una patología conocida como facticio, en la que una persona experimenta una ganancia de manera inconsciente y por eso puede empezar a crear historias de tipo fantasiosas”, dijo el profesional.
En otro escenario donde se puede presentar la mitomanía es en el trastorno por simulación, “en el que de manera consciente se crean mentiras para obtener un beneficio a cambio”, agregó el doctor Castaño Ramírez.
De esta manera, una persona puede mentir consciente e inconscientemente, de manera repetitiva o no, todo depende del grado en que padezca la condición y si esta aparece como síntoma de un trastorno mental severo o grave.
¿Por qué una persona tiene necesidad de mentir?
De acuerdo con el presidente de la ACP, una persona tiene la necesidad de mentir, de manera consciente, con el objetivo de obtener un beneficio económico o social. Sin embargo, hay que tener en cuenta que una persona que tenga un trastorno mental severo o grave puede mentir de manera inconsciente.
En ese sentido, las personas con un trastorno mental que presenten síntomas relacionados con la mitomanía, son individuos que interpretan equivocadamente la realidad y en medio de esa interpretación errada puede llegar a exagerar. “Por ejemplo, una persona puede pensar que otra la miró mal e interpretar que le quiere hacer daño, eso es lo que nosotros llamamos delirio, no es una mentira, sino una forma de distorsión de la realidad”, que puede llevar a mentir para obtener un beneficio a cambio.
¿Qué más hay detrás de la mentira?
Para el médico psiquiatra, las personas que mienten pueden estar queriendo ocultar algún episodio de su pasado: “No necesariamente tiene que ser un trauma de su infancia o adolescencia, sino que pueden pretender ocultar información delicada, un delito, o evadir la realidad”.
También, mentir puede ser una conducta adquirida, es decir, que se aprendió desde edades tempranas en un entorno familiar que tenía dicho hábito.
Además, mentir puede hacer parte de un comportamiento asociado al tipo de personalidad. Es decir, que no necesariamente sea una condición médica o síntoma de alguna enfermedad mental, sino que es una conducta inapropiada.