Hombre denunció a reconocida funeraria por presunta “estafa” en uno de sus planes exequiales para mascotas

El denunciante argumentó que no hubo claridad al momento de tomar uno de los planes para su mascota, “Jacobo”

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Un hombre denunció a reconocida funeraria por presunta "estafa" en uno de sus planes exequiales - crédito Instagram/rockchick1006
Un hombre denunció a reconocida funeraria por presunta "estafa" en uno de sus planes exequiales - crédito Instagram/rockchick1006

En la actualidad, las mascotas son consideradas integrantes de las familias, tanto así que en los hogares ya les celebran cumpleaños, los llevan de paseo e incluso procuran que la mascota tenga una muerte digna como cualquier otro ser querido. No obstante, la información poco clara puede provocar que la despedida de una mascota termine en una odisea.

Tal es el caso de Jesús Antonio Bohórquez, que incluyó en el plan exequial familiar a su perro Jacobo, pero una vez incinerado no tendría derecho a reclamar sus cenizas.

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“Desde 2017 vengo pagando un plan que cubría diez personas en caso de fallecimiento. Yo tuve una hermana que murió en 2020, ellos me prestaron todo el servicio, no tuve ninguna queja, pero en 2022 vi que ofrecían un plan para mascotas, entonces dije que iba a afiliar a Jacobo como mi mascota”, contó Bohórquez a la W Radio.

El ciudadano dijo que no tuvo ningún problema en afiliar a Jacobo a su plan exequial anual, por lo que solo tuvo que aportar $45.000 adicionales:

“Me dijeron, ‘usted aporta un poco más —creo que en ese tiempo eran $45.000 o $50.000 más, que creo que eso fue en 2022—, y cuando fallezca su mascota, entonces nosotros le prestamos el plan exequial. En septiembre de 2023, como mi plan es anual, pagué otra vez y ahí está el certificado que mi plan está vigente hasta el 14 de septiembre de 2024″, dijo al medio citado.

El 11 de enero de 2024, su compañero Jacobo murió, por lo que el ciudadano tuvo que recurrir al servicio que venía pagando para cumplir con la velación y sepultura de su mascota; sin embargo, se llevó una sorpresa cuando le dijeron que no podían entregarle las cenizas de Jacobo:

“Llamé a decir que por favor me recogieran y me prestaran el servicio exequial de mi mascota, entonces me dijeron ‘sí señor, nosotros le prestamos el servicio exequial, le recogemos a su mascota’, entonces me dio por preguntar qué día podía recoger las cenizas y me dijeron que no, ‘nosotros no le devolvemos las cenizas’”.

Jesús Antonio recalcó en que quería muchísimo a su mascota, por lo que no quería terminar tirándolo en un basurero -crédito Imagen ilustrativa Infobae)
Jesús Antonio recalcó en que quería muchísimo a su mascota, por lo que no quería terminar tirándolo en un basurero -crédito Imagen ilustrativa Infobae)

De acuerdo con el relato de Bohórquez, la excusa para no entregarle las cenizas de Jacobo radicaba en que, al parecer, el plan solo incluía incineración y no cremación: “Pero es que es un servicio exequial y yo quiero que me devuelvan las cenizas de Jacobo, pero me dijeron ‘es que una cosa es incineración y otra es cremación’ y yo no entiendo nada de eso, yo tengo un plan exequial y solo quiero que me devuelvan las cenizas de Jacobo”.

Según el portal Funeraria Aragón, el término incinerar se utiliza cuando “un residuo orgánico, mediante la aplicación de altas temperaturas y un tratamiento térmico adecuado, pasa a convertirse en cenizas debido a la combustión”, mientras que el término cremación es el proceso de incineración hacia un ser humano que ha fallecido. Por lo tanto, la diferencia radica a que este último término se utiliza exclusivamente en caso de proceso de incineración de seres humanos. No obstante, presuntamente la funeraria no había hecho la aclaración al ciudadano.

La condición que planteaba la funeraria, según el relato de Jesús Antonio, era que efectuara el pago de $470.000 para, supuestamente, solo entregarle las cenizas del animal:

Yo honestamente quería muchísimo a mi perro y quería las cenizas, entonces dije, yo accedo a pagar los $470.00, entonces llegó un señor muy amable de una carroza fúnebre y me explicó qué podía hacer”

Finalmente, el ciudadano tuvo que recurrir a un tercero para finalmente despedirse de su mascota, pero hasta ahora no entiende, qué servicio estuvo pagando con la mencionada funeraria: “De inmediato llamé a Los Olivos y dije que eran unos estafadores, que habían jugado conmigo y cancelé el servicio, y tomé el servicio con la empresa a la que Los Olivos le presta el servicio (...) La verdad, creo que ellos o no explican bien las cosas, o juegan con los intereses”.

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