En medio de un operativo sorpresa la Policía Metropolitana de Cali, a través de la Sijín, realizó un operativo sorpresa en el barrio San Bosco, del centro de la ciudad, y desmanteló un centro de producción de drogas sintéticas que estaba camuflado en una casa de familia.
De acuerdo con las autoridades la residencia familiar era de uno de los delincuentes que, junto con su cómplice, modificó los electrodomésticos y adecuó los espacios del inmueble para producir fentanilo, ketamina y otras drogas sintéticas.
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La acción de la Policía dio como resultado la captura de alias Gato Chinga y alias Mono, los dos narcos encargados de la producción y distribución de las sustancias alucinógenas en el centro de Cali, las zonas de fiesta y los sectores turísticos de la ciudad.
De acuerdo con la investigación, en la casa habitaba la familia de alias Gato Chinga, quien realizaba la producción de las drogas a escondidas de su madre; sin embargo, la Policía aún investiga si algún otro familiar del detenido estaba involucrado en la producción comercialización de las drogas.
“En el proceso están vinculadas las personas que estaban en el hogar, pero lo importante es que estamos teniendo capacidad por parte de la Sijín para tener resultados contra el narcotráfico, y vamos a seguir trabajando por la seguridad de los caleños”, declaró el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Jairo García, en entrevista con Noticias Caracol.
Por su parte, alias Mono era el encargado de pesar, racionar y distribuir la droga en los distintos sectores de Cali, así mismo se encargaba de llevar las finanzas de la renta ilícita y de conseguir los insumos para la producción de las drogas.
Los investigadores de la Sijín pudieron constatar que alias Gato Chinga y alias Mono producían y comercializaban cerca de 200 dosis de drogas sintéticas solo los fines de semana, lo que les dejaba casi 300 millones de pesos al mes.
Mientras los uniformados realizaron el operativo de registro y control en la vivienda encontraron cerca de 700 dosis de alucinógenos entre fentanilo, morfina y ketamina, que vendían por aparte y también usaban como base para procesar metanfetaminas, éxtasis, tussi, entre otros alcaloides.
Así mismo fue incautada una pistola con 16 cartuchos y elementos para el procesamiento y fabricación de las drogas sintéticas. Los uniformados capturaron en flagrancia a los dos criminales que se encontraban pesando y separando las dosis de alcaloides para comercializarlas.
“Es una investigación que estamos desarrollando hace más de tres meses, tenían la capacidad de producir las dosis el fin de semana (...) ellos usaban la cocina de la casa de forma artesanal, con ollas arroceras, tenían una caja fuerte que contenía drogas como fentanilo”, declaró en medio de una rueda de prensa el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, coronel Carlos Oviedo Lamprea. Adicionalmente, el oficial informó que los criminales contaban con químicos, grameras y colorantes artificiales para la producción y dosificación de las sustancias psicoactivas.
La Policía pudo dar con el laboratorio clandestino gracias a la denuncia de varias fuentes cuya identidad fue reservada por el coronel Oviedo, quien agregó que los movimientos de los delincuentes fueron monitoreados por los uniformados y así pudieron acumular el material probatorio suficiente para detenerlos.
Finalmente, el comandante de la Policía Metropolitana de Cali advirtió que ese tipo de laboratorios clandestinos puede causar afectaciones a la salud de las personas que queden expuestas a los químicos sin la protección adecuada e invitó a la comunidad a denunciar cualquier movimiento sospechoso en los sectores residenciales que generen sospecha sobre la existencia de ese tipo de establecimientos ilícitos.