Entre 15.000 y 18.000 kilómetros tendría que durar una llanta en buen estado, pero, en Bogotá, los conductores no están exentos de sufrir un accidente.
Vidrios, clavos e, incluso, delincuentes con objetos cortopunzantes pueden obligar a los bogotanos a crearse un mapa mental sobre los bien conocidos montallantas, por lo general, disponibles en la mayoría de “bombas” o estaciones de servicio.
Sin embargo, los precios, dependiendo del lugar, pueden variar drásticamente. Cuenta de ello es el cobro excesivo que el creador de contenido bogotano Josué Rodríguez denunció a través de sus redes sociales: “¿Cuánto cuesta una despinchada en la gasolinera más cara de Bogotá?”.
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En promedio, por parche –aunque depende del material y el lugar en el que se realice el arreglo– puede costar unos 20.000 pesos (5 dólares o 4,60 euros al cambio de enero 2024), pero a Josué intentaron cobrarle 10 veces más para poner andar su Mini Cooper.
“Hoy llegamos a esta gasolinera, en la (calle) 134 con (carrera) Séptima. Llegamos pinchados de una llanta y nos cobraron 200.000 pesos (50 dólares o 46 euros al cambio de enero 2024) por la despinchada ¡200.000! Nos estaban cobrando 200.000 pesos por ponerle un parche”, expuso.
En total, los trabajadores del lugar esperaban que pagara 120.000 por uno y otros 80.000 “por el de afuera”. Incluso habiendo comprado un vehículo de lujo, el costo por la reparación de un solo neumático resultaba excesivo.
“Obviamente le dijimos que no, que ni a bate ¿eso cuánto cuesta? 10.000, 15.000, 18.000 a lo mucho. El man (trabajador de la estación de servicio) le sacó el aire (a la llanta). Nos la acaban de hacer, fuimos a arrancar y la llanta ya no tiene aire, literal, está sobre el rin, porque cuando prendimos el carro ya la llanta estaba en el piso”.
No contentos, los trabajadores de la estación dejaron que el poco aire que aún se encontraba en la llanta terminara de salir y le quitaron la tapa o válvula al neumático, esperando, quizás que Josué y su combo pagaran los 200.000 pesos.
“Nos dimos cuenta y el man le había sacado la tapa o válvula a la llanta y, literal, nos dice que vale eso, 200.000 por despinchar una llanta. Definitivamente, tiene que ser la gasolinera más cara, más top de toda Bogotá”, lamentó.
Comida cruda, demoras de una hora y los suelos encharcados: otra denuncia en cadena de comidas rápidas
Tras su experiencia desagradable en la estación de gasolina de la calle 134 con carrera Séptima, Josué fue testigo del caos al interior de la “sede más gomela” de una de las cadenas de comida de mayor reconocimiento en el mundo.
“Hey, ojito, el McDonald’s más gomelo es el que está en peor estado y es el más demorado de Bogotá (...) está en pésimas condiciones, puedo saltar (en los charcos) y el agua me entra en los tenis, de todo, además, el tema del aseo ¿Qué pasó ahí?”, explicó.
Pero no solo él tuvo una mala experiencia el segundo fin de semana de enero (2024), también otros clientes aseguran haber recibido su pedido tarde y en pésimas condiciones:
“Literalmente llevamos esperando una hora dos hamburguesas y no nos dan respuesta de nada y otros 40 minutos esperando dos (ordenes de) papas (...) Después de todo este rato nos entregaron la hamburguesa fría, hay un lío ni el hijuemadre porque a todo un combo de personas le salió cruda la comida y a nosotros como que también no la hicieron porque está crudo”, explicó, al final del metraje.