Uno de los tres hombres que fue capturado por las autoridades argentinas luego de recibir una alerta de un presunto atentado que llevarían a cabo en ese país, resultó ser, según supo El Tiempo, un profesor de ping-pong de 68 años. Se trata de Chassan Naem Chatay, un hombre sirio con nacionalidad colombiana y también venezolana que aseguró no ser un terrorista.
El 3 de enero de 2024, Chatay fue detenido, junto con Ramón Alberto Domínguez, un peluquero, y Juan Manuel Ledesma, un periodista free lance. Los dos primeros fueron investigados, por, supuestamente, formar una célula terrorista; el tercero, fue el que los señaló de ese delito.
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La jueza María Eugenia Capuchetti ordenó la liberación inmediata de los tres, porque no encontró ninguna prueba de peso que los vinculara con las acusaciones. Pues, en las investigaciones adelantadas, el celular del sirio-colombiano fue revisado y en él no encontraron ninguna actividad sospechosa, que lo relacionara con un posible atentado cerca de la Embajada de Israel, como se planteó.
Solo hallaron conversaciones sobre el tenis de mesa, que es a lo que se dedica. En efecto, según pudo encontrar El Tiempo, el hombre de 68 años dicta clases de ping-pong en el Club Beer Pong en Bogotá. Además, integró las ligas de este deporte en Venezuela y Siria y tiene también un local de perfumes en un centro comercial de la capital colombiana.
De acuerdo con información recopilada por Infobae Argentina, Chassan Naem Chatay aseguró en la indagatoria que las acusaciones en su contra son falsas. “Niego completamente lo que me dijeron, no tiene nada que ver con la realidad. (sic). Tengo 68 años. Por mi madre no puedo creer estar involucrado en esto”, dijo el ciudadano sirio-colombiano.
Asimismo, aseguró que con su llegada a Argentina pretendía averiguar lo que se requiere para emprender. Busca instalar un lugar para enseñar ping-pong y, para ello, consultó los pasos a seguir en la Embajada de ese país en Bogotá. El peluquero también se defendió, negando cualquier vínculo con el terrorismo y, las primeras indagaciones habrían corroborado sus declaraciones.
Los vínculos de terrorismo que no fueron comprobados
Ledesma, que había asegurado ser un agente, fue la persona responsable de vincular al sirio colombiano con el peluquero en un entramado terrorista. Pues, supo que el primero llegaría a Argentina y que, por otro lado, el segundo recibiría un paquete de 35 kilogramos desde Yemen. Entonces, supuso que se trataría de un atentado que estaban planeando entre los dos.
“Me resultó curioso que llegara un paquete de Yemen. Conozco la zona, trabajé ahí. Y que estuviera llegando una persona de Siria se me hacía raro. Armé mentalmente la cuestión: viene un sirio con problemas con Israel y un paquete de Yemen que le está tirando misiles a Israel”, fueron las palabras de Ledesma en indagatoria.
No obstante, cuando Chatay llegó a Argentina, las autoridades no hallaron ningún explosivo en su poder. Asimismo, tampoco se halló registro del paquete que supuestamente llegaría desde Yemen en ningún sistema de distribución del país. Además, los productos o paquetes que son enviados y cuyo peso supera los 10 kilogramos, se dejan en los centros de distribución para ser reclamados, y no se envían a las residencias de los destinatarios.
Por eso, la jueza pidió la libertad de los detenidos. “Llegado el momento de resolver, considero que el cuadro probatorio incorporado en los presentes actuados, vinculado a la participación de Chassan, Domínguez y Ledesma en el hecho que les fuera imputado, resulta, de momento, insuficiente para dictar algunas de las decisiones”, detalló la jueza en un fallo conocido por El Tiempo.