Un reciente comunicado del Ministerio de Hacienda, denominado como Nota Macroeconómica, desató un intenso debate en Colombia. En él, se plantea que el incremento de utilidades empresariales durante 2021 y 2022 podría haber contribuido al fenómeno inflacionario en el país.
Esta postura es cuestionada por distintos actores económicos y académicos, quienes argumentan que la rentabilidad empresarial es fundamental para la recuperación de la inversión del Producto Interno Bruto (PIB) y que la competencia en la economía es un aspecto clave que el Gobierno debería fortalecer. Asimismo, señalan que controles de precios históricamente no resultaron efectivos a nivel mundial. El planteamiento no cayó nada bien en exministros y expertos en el sector.
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El primero en hacer comentarios fue el director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía. Apuntó que el documento replica una metodología contable de descomposición del deflactor del PIB, propuesta recientemente por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Detalló que esta metodología está en un documento de trabajo del fondo, que aún no ha surtido un proceso de revisión estándar de pares para su publicación como artículo académico.
“Del documento técnico no se puede deducir, como lo afirma el comunicado del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, que el aumento en inflación, contablemente explicado en una mayor proporción por el incremento en las utilidades, estaría asociado a un mayor poder de mercado por parte de las empresas”, remarcó.
Además, que el documento solo muestra un modelo en donde el mayor poder de mercado amplifica las presiones inflacionarias, pero no determina cuál es el poder de mercado agregado o sectorial en Colombia, o si este poder de mercado aumentó o no después de la pandemia.
Puntualizó que del documento solo se pueden extraer algunos datos interesantes sobre la descomposición del deflactor del PIB, pero no afirmaciones sobre un efecto causal entre las utilidades y la inflación, como lo pretende hacer el comunicado.
“La inflación en Colombia ha estado determinada por choques de oferta, como el aumento en el precio de commodities, incluyendo el de los insumos agropecuarios, y estímulos de la demanda agregada por una política monetaria que fue muy expansiva en la primera parte del ciclo, y una política fiscal que continúa siendo muy expansiva, completando en 2024 cinco años consecutivos con déficits por encima del 4% del PIB”, concluyó Luis Fernando Mejía.
Suficiente competencia en la economía
Otro que se refirió al asunto fue el exministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo, que lo calificó de “extraño”.
Dijo, entre otras cosas, que el hecho de que las empresas registren utilidades no es malo. Para él, lo que es malo es que no haya suficiente competencia en la economía, competencia que el Gobierno tiene la responsabilidad de fomentar o de exigirla si faltase, que es para lo que están las leyes antimonopolio y las superintendencias.
“Sin utilidades empresariales es imposible recuperar la inversión del PIB que está desplomada”, señaló. Además, anotó que “el acento del comunicado del Ministerio de Hacienda muestra un tono subliminal bronco contra las empresas privadas, como si dar utilidades fuera algo vituperable”, publicó en X.
Restrepo apuntó que “continúa - ahora con un velo seudo técnico— el discurso antiempresa privada que ha caracterizado al Gobierno Petro”.
También aclaró que “para un lector desprevenido este extrañísimo comunicado del Ministerio de Hacienda, pues este no acostumbra a expresarse de esta manera, queda la impresión que se quisiera preparar el terreno conceptual para un nefasto control administrativo de las utilidades empresariales”.
A su vez, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Bruce Mac Master, aseguró que la Nota Macroeconómica del equipo técnico del Ministerio de Hacienda sorprende por su sesgo ideológico por la ligereza de las conclusiones y la falta de rigor y contradictorio de sus recomendaciones.
El dirigente gremial aseguró que “preparamos comentarios técnicos que publicaremos”.
Análisis merece ser debatido y desafiado
Para el exministro de Hacienda José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA, este análisis merece ser debatidos y desafiado en el escenario académico antes de convertirse en planteamientos definitivos.
Al respecto, anotó que el crecimiento de costos siempre fue superior al de precios al consumidor en las empresas, prueba de lo cual es que en esos años el Índice de Precios al Productor (que mide inflación de costos al productor) siempre creció más que el Índice de Precios al Consumidor (que mide la inflación de precios al consumidor).
Por tanto, agregó, los empresarios asumieron buena parte de la inflación sin trasladarla plenamente al consumidor final.
“Las utilidades de las empresas crecieron por demanda adicional y a pesar de que los aumentos de precios fueron menores a los aumentos de costos (no se trasladaron todos los costos adicionales al consumidor), luego en nada son responsables de la inflación, al contrario la actuación de los empresarios frenó aumentos de precios adicionales”, sostuvo.
Concluyó que la inflación realmente tuvo múltiples causas de oferta y demanda, internacionales y nacionales, que describió antes el Banco de la República.
Poder del tejido empresarial
La presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), María Claudia Lacouture, sobre la tesis de planteada por el Ministerio de Hacienda, puso en duda que en ese caso hoy, con inflación que se viene reduciendo, diría que se debe al menor poder de mercado del tejido empresarial.
“La mayor inflación que experimenta Colombia está relacionada con aumento de precios por mayor valor de insumos, la crisis de contenedores, subida de precios de fertilizantes que golpeó precios de alimentos e inclusive el impacto de bloqueos de carreteras en 2021″, afirmó.
Insistió en que el reto en 2024 es seguir controlando la inflación que permita reactivar el consumo de hogares, que representa el 80% del crecimiento económico del país.