Después de horas de debate en redes sociales por el caso de una ilustradora colombiana que aseguró haber trabajado en la más reciente película del Studio Ghibli, El niño y la garza, los medios de comunicación del país la contactaron para saber la verdad detrás de la historia que rápidamente se viralizó en Internet.
Por un lado, Geraldine Fernández sostiene con vehemencia que sí hizo parte del equipo de animadores de la producción japonesa, mientras que por el otro hay tres argumentos que la desacreditan, junto a la falta de pruebas suministradas por ella misma su supuesto trabajo.
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Los motivos que tomaron fuerza en la red son las piezas gráficas ajenas que aparecen en su portafolio antiguo como propias, las inverosimilitudes técnicas en el área del diseño en el relato de su rol en el filme mencionando cantidades elevadas de fotogramas dibujados y la ausencia del nombre de la mujer en los créditos al final de la cinta.
Después de la “caótica noche”, como ella misma la definió, la emisora Blu Radio decidió ponerse en contacto con la diseñadora, a fin de que esta pudiera exponer más detalles de su versión, contrastando así todo lo que se había dicho de ella en horas anteriores.
El primer aspecto que quiso aclarar fue el de por qué no aparece acreditada en el staff del largometraje, ni en la pantalla grande, ni en sitios de prestigio como IMDb. “Me la vi toda menos los últimos 20 minutos y los poscréditos, por eso no sabía en qué parte estaba ubicada, ahí es cuando pido al estudio de manera desesperada que me ayuden, me mandaron un pantallazo y me dijeron que por ser extranjera hago parte de las casas de soporte de animación que aparecen en la parte de animación, por eso no aparece mi nombre, mi contrato con el estudio era freelance”, comentó en diálogo con el medio citado.
En la misma charla hizo saber a la audiencia que no sabía si podía decir con seguridad que aún continuaba laborando para Tecnoglass, donde ocupaba un puesto desde hace algunos meses, debido a las repercusiones mediáticas que había tenido su caso.
Además de su empleo, asegura que las últimas horas “han sido caóticas. No he dormido. Me han atacado por el celular”. No obstante, insistió en su afirmación de haber trabajado en el filme. “Es cierto, trabajé en algunas escenas, no en toda la película”, aseguró en Mañanas Blu.
Posteriormente, se dispuso a referirse al argumento relacionado a los frames que aboga haber hecho. “Junto con un grupo de equipo, sí, porque 25.000 fotogramas son casi que 30, 40 minutos de video. Con ese grupo hice parte de un par de escenas, en las cuales eran la composición de los 25.000 fotogramas. Quiero aclarar que en algunas cosas sí se exageró”, indicó en el programa radial.
“No sé si exagerar sea lo mismo que mentir, pero estoy aquí para aclarar”, sostuvo al aire, además de ventilar datos relacionados a su salario. “Aproximadamente estaba recibiendo por mes o por cada escena lo que es al cambio un millón o millón doscientos mil”, aseveró.
Cuando le preguntaron si conoció los estudios o la sede de la productora, dijo: “No. Desde un principio hasta el final de todas las entrevistas dije que trabajé de manera remota o a distancia”. No obstante, en otras versiones había dicho que tuvo la oportunidad de viajar a Tokio para la firma del contrato y conocer a Miyazaki por un par de minutos.
Asimismo, en la cadena de radio también le cuestionaron por charlas que había dado el año pasado en la Universidad Sergio Arboleda Sede Barranquilla sobre su participación en el título ganador del Globo de Oro.
Otro de los detalles que suministró para dar veracidad a su relato es que tenía comunicación directa con el estudio. “En Tokio hablaba con uno de los productores de la película que se llama Koji”, declaró.
Finalmente, dijo que estaba arrepentida de algunas de sus acciones, las cuales desencadenaron todo. “Me arrepiento de haberle dicho a algunos amigos que trabajé en algunas escenas de la producción de la película. Me arrepiento de haberlo comentado con colegas y estar en un mundo de colegas que mantienen envidia y el maldito odio, por lo que solo quieren atacarlo a uno”, siguió comentando antes de dar una declaración más. “Yo me puedo llegar a suicidar y a todo el mundo le importa un culo”, sentenció.
Infobae Colombia intentó contactarse con Fernández para que pudiera exponer su perspectiva de los hechos. En primera instancia, accedió a colaborar con sus declaraciones. No obstante, al cabo de un par de horas aseguró: “No me siento bien. No voy a dar la entrevista”.