En Colombia, cerca de 1′200.000 de personas hablan inglés y en un porcentaje mucho menor, otros idiomas como segunda lengua, según el Departamento Nacional de Planeación (DNP).
De ese 1′200.000 personas forman parte la mayoría de presidentes que ha tenido el país en su historia más reciente, o al menos así habría quedado evidenciado en múltiples charlas, conferencias y entrevistas para medios internacionales.
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El creador de contenido especializado en política Rafael Solano se puso a la tarea de reunir evidencia sobre las habilidades lingüísticas de los jefes de Estado colombianos, desde la década de los 90 y encontró que el presidente Gustavo Petro, por ejemplo, “habla español y francés porque vivió en Bélgica un tiempo en la década de los 90″.
Su antecesor, Iván Duque (2018 - 2022) “habla español e inglés, un inglés que, de hecho, se escucha mejor al de cualquier otro expresidente”.
Antes de ellos, ocuparon el cargo Juan Manuel Santos (2010 - 2018), que habla español e inglés; Álvaro Uribe (2022 - 2010), que también habla inglés; Andrés Pastrana (1998 - 2002), que habla español e inglés; Ernesto Samper (1994 – 1998) con español e inglés, y, finalmente, César Gaviria (1990-1994), que, como la gran mayoría, sabe español e inglés.
El habla y los errores cometidos por los exmandatarios al tomar la palabra han sido motivo de burlas desde hace décadas, bien sea por su pronunciación o conocimientos sobre la lengua en cuestión y, con el video de Solano no fue la excepción:
“Pues yo nunca he viso a Petro hablando francés”, “Me impresiona el inglés tan fino de Iván Duque”, “El de los presidentes el que mejor habló inglés fue Samper”, “Los primeros hablan como Sofía Vergara en Modern Family”, “Y Shakira habla cinco idiomas, ella sí es una crack”, “Wow, la gran mayoría son bilingües”, “Y uno acá matándose con el alemán, sabiendo que los presidentes a duras penas hablaban inglés”, “Yo pensaba que hablaban 3 o 4 idiomas como mínimo”, “Ahora me siento bien con mi inglés B2 y mis francés y portugués A2″, se lee en los comentarios de quienes fueron sumándose a la conversación en redes sociales.
Manejo de inglés en Colombia se encuentra por debajo del promedio mundial
Colombia escaló dos puestos en el ranking mundial de dominio del inglés EF Índice de Dominio del Inglés (EF EPI) 2023, ubicándose en el puesto 75 de 113 países evaluados, con una puntuación de 480. Pese a su mínimo avance, la nación aún se sitúa por debajo del promedio mundial según reveló EF Education First, entidad encargada del reporte que analiza las competencias en inglés de 2.1 millones de personas no nativas del idioma.
El informe destaca la centralidad de la lengua inglesa como herramienta de conexión intercultural y el rol que juega en el entendimiento y adquisición de nuevas perspectivas. En ese orden de ideas, Diego Mariño, gerente nacional de producto de EF Education First en Colombia, enfatizó que “aprender inglés es esencial para compartir perspectivas y suscitar el entendimiento”.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del Gobierno nacional y las administraciones pasadas, los resultados no alcanzan las expectativas iniciales. El EF EPI se basa en el EF SET, considerado el primer examen gratuito y estandarizado en el mundo para medir competencias en lectura y comprensión auditiva en inglés.
Bucaramanga, sin embargo, lidera el dominio de inglés entre las principales ciudades de Colombia, desplazando a Armenia del listado, según la misma edición del EF EPI. Bogotá, de otro lado, logra el primer lugar a nivel regional, haciendo de la suya la única región colombiana en alcanzar un nivel medio de inglés.
El informe también sugiere que los adultos jóvenes, de 26 a 30 años, poseen el mejor dominio del inglés en el país, contrastando con el grupo de 18 a 20 años que muestra el nivel más bajo. Entretanto, se identifica una brecha de género en dominio de inglés similar a la media global, con los hombres superando a las mujeres por aproximadamente 20 puntos.
El dominio del inglés se presenta como un factor clave en la integración global, ofreciendo ventajas tangibles tanto en el ámbito laboral como en la capacidad de interactuar en entornos internacionales, una carrera en la que le país se encuentra bastante por detrás de otros países del hemisferio.