Con el paso de los días se siguen conociendo más detalles sobre la muerte de la empresaria Patricia Orrego Barrios, de 43 años, quien fue asesinada en una estación de servicio en Girardota, Antioquia.
Según se conoció en un primer momento, el 7 de enero de 2024, luego de descender de su camioneta Hummer para tomar un café, fue abordada por hombres en motocicletas que le dispararon mortalmente.
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Sin embargo, el crimen no sería una simple casualidad, pues estaría relacionado con una disputa violencia alrededor de la mina La Comba en el cañón del río Porce, una región marcada por el conflicto minero y la extracción de oro.
Las investigaciones preliminares y que fueron reveladas por El Colombiano, apuntan a que el crimen ocurrió aproximadamente a las 6:30 a. m., después de que Orrego Barrios hubiera acordado verse con representantes de las bandas criminales El Mesa y La Oficina, con el objetivo de “arreglar el problema de la mina”. Las investigaciones apuntarían a que los delincuentes le habrían dado instrucciones a Patricia para recoger a un supuesto guía que la llevaría hasta el municipio de Vegachí, donde se adelantaría el encuentro.
Fue en ese trayecto en el que la empresaria, su conductor y el supuesto guía decidieron parar en una estación de gasolina para abastecer de combustible su camioneta de alta gama. Mientras tanto, la mujer optó por salirse del carro y fue cuando tres hombres en dos motos, haciendo creer que esperaban su turno para tanquear, se acercaron a Orrego y le dispararon por la espalda y luego fue ultimada en el suelo.
Incluso, en las revelaciones del medio en mención señalan que el sicario se acercó al conductor de la Hummer para amenazarlo y que así guardara silencio. “¿Usted no vio nada, cierto?”, le advirtió el asesino.
Sin embargo, la emboscada que le hicieron a la empresaria fue el detonante para que se empezara a conocer el largo historial de conflictos derivados de la herencia de la exitosa mina La Comba, situada en el cañón del río Porce, donde abunda la extracción de oro.
De hecho, desde el fallecimiento del propietario original y padre de Patricia, Octavio Orrego Arenas, en 2015, y el posterior traspaso de la sociedad La Comba S.A. a sus 10 hijos, las disputas por la administración y ganancias de la compañía dentro de los herederos ha sido interminable.
La mujer ya había acusado a su hermano Bernardo Orrego Barrios de no distribuir las ganancias de manera equitativa, conflicto que acabó involucrando a casi todos los hermanos en investigaciones por presuntos nexos con grupos armados del área, como el clan del Golfo, disidencias de las Farc y el ELN, pues la mina empezó a ser víctima de extorsiones por parte de estas estructuras ilegales.
En su momento, Orrego Barrios, en una búsqueda de soluciones ante el litigio familiar y las extorsiones, entabló en 2019 una relación con Orlando Marín Gómez, alias Horqueta, líder del frente Capitán Mauricio del ELN.
Según reveló El Colombiano, la mediación de Horqueta y el ELN resultó en un acuerdo territorial y una alianza sentimental y comercial con el jefe guerrillero, a pesar de que se encontraba recluido en la cárcel Picaleña de Ibagué. En ese momento, se dividió toda la zona minera y ninguna de las partes podía violar el espacio privado del otro, mientras que el territorio sería vigilado por esa guerrilla a cambio de pagos mensuales considerables.
Pero todo parece indicar que en agosto de 2019, Bernardo Orrego se negó a continuar con el pago de la cuota a Horqueta y a su hombre de confianza, alias El Mocho, lo que desató una cruda guerra entre grupos armados y los propietarios de la mina, que incluyó una serie de crímenes como la quema de maquinaria de la mina.
Y es que con el paso de los años, la injerencia de Horqueta en el frente del ELN perdió validez, por lo que los nuevos jefes emprendieron su propio negocio de extorsiones, incluso intentando asesinar a Patricia en varias oportunidades y tomándose algunos campamentos de mineros para solicitar la presencia de la mujer en la zona. “Como mi hermana Patricia no apareció, los guerrilleros amarraron a esas personas y quemaron tres retroexcavadoras”, señala el relato de Bernardo ante las autoridades.
La ola de crímenes también llevó al asesinato de Víctor Alfonso Jaramillo alias Longaniza, socio de Bernardo Orrego, por parte de las disidencias de las Farc, además de los ataques a la familia de Horqueta, quienes habían comprado una finca en zona cercana con el dinero que los Orrego Barrios entregaban mensualmente.
Pero los hechos violentos parecieron cesar cuando en Amalfi corrió un rumor de que Antonio García, máximo líder del ELN, había ordenado que no atacaran a Patricia y le permitieran nuevamente su ingreso a Amalfi a partir de enero de 2024, pero la llamada de las bandas criminales truncaron su vida antes de que pudiera hacerse cargo personalmente de la mina La comba.