En una casa de seis habitaciones, cuatro baños y una cocina, hecha con paredes de cemento y piso en baldosa, doña Rocío Mazo, una docente jubilada, recibió a unas cincuenta personas que querían refugiarse de las fuertes lluvias que provocaron la tragedia del pasado viernes 12 de enero por los deslizamientos sobre la vía que comunica a Antioquia con Chocó, a la altura de El Carmen de Atrato.
El lugar funcionaba como una tienda del sector, por lo que muchos viajeros que pasaban por la zona decidieron bajarse de sus vehículos y resguardarse del agua allí. Lo que no se imaginaban es que la vivienda resultaría sepultada.
Según pudo conocer Semana, hace dos años, doña Rocío había llegado a vivir a ese punto con su esposo, Alberto Olaya, por orden de expertos de la compañía que intervino la peligrosa vía, apodada la ‘La trocha de la muerte’ –por la cantidad de víctimas mortales que han dejado los fenómenos naturales a lo largo de los años–.
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Luz Estella Rueda, sobrina de Rocío y Alberto, le contó al medio mencionado que sus tíos se habían tenido que mudar de su antigua casa porque estaba ubicada en una zona priorizada para pavimentar el eje vial. Por eso, de común acuerdo, se ubicaron un kilómetro más abajo de donde tenían el inmueble.
“Ingenieros y geólogos fueron los que le dijeron a mi tía dónde podían hacer la casa”, comentó la mujer. De tal manera que recibieron dinero del Estado y construyeron su hogar en el sitio donde les habían indicado. Ambos esposos resultaron sepultados junto con su hija, Milena Olaya, que al parecer estaba de visita el día de la tragedia.
El cuerpo de Rocío ya fue rescatado por organismos de socorro y reconocido por las comunidades. Por ahora, siguen los esfuerzos para encontrar a diez personas más, incluyendo a Milena y Alberto. Las probabilidades de que haya sobrevivientes son muy bajas.
En un video que circula en redes sociales quedaron registrados los últimos instantes antes de que la casa resultara bajo la tierra. Se pueden ver personas de pie y sentadas, algunas con niños en sus brazos.
“El panorama está oscuro y delicado, porque cayó demasiada tierra, no ha sido fácil, pero estamos trabajando para seguir luchando en este tema. Tenemos alrededor de 191 personas que están en las búsquedas, bomberos de El Carmen de Atrato, de Envigado, Sabaneta, el Dagran Antioquia, el Ejército, la Policía, líderes, la administración municipal, Defensa Civil, no nos falta gente, el pueblo chocoano también está volcado en este desastre natural apoyando y ayudando”, dijo Jaime Herrera, alcalde de El Carmen.
Hasta el punto llegaron personas de diferentes partes de Chocó y Antioquia para buscar información sobre sus seres queridos, que podrían estar sepultados bajo la tierra. También se avanza en la identificación de los cuerpos que han sido encontrados.
En medio de toda la incertidumbre y el dolor que produce la tragedia, la Defensoría del Pueblo le hizo un llamado a la comunidad para que evite acercarse a la zona donde ocurrió el derrumbe con el fin de que le permitan a los organismos de socorro realizar su trabajo de búsqueda y rescate de las víctimas.
“Lo anterior, en virtud del elevado riesgo de nuevos deslizamientos. Al respecto, hacemos un llamado para que se adelanten todas las acciones necesarias, a fin de salvaguardar la vida de las personas que se encuentran en riesgo en la zona”, manifestó Carlos Camargo, defensor del Pueblo.
De igual forma, le pidió al Instituto Nacional de Vías (Invias) actuar “con rigor a la hora llevar a cabo las obras en las vías del Chocó, en particular para tomar las medidas que eviten poner en riesgo a quienes las transitan”.