Jhovanoty confesó uno de los momentos más difíciles de su paternidad: un mal diagnóstico por poco termina en tragedia

El humorista también compartió detalles de los inicios de su carrera en la televisión y cómo pidió ayuda para sus primeras presentaciones

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El humorista colombiano explicó que tuvo que pedir el concepto de un segundo especialista y así salvar la vida de sus hijos - crédito: peretantico/Instagram
El humorista colombiano explicó que tuvo que pedir el concepto de un segundo especialista y así salvar la vida de sus hijos - crédito: peretantico/Instagram

Jhovany Ramírez es mejor conocido en el mundo de la comedia como Jhovanoty, que gracias a su carisma y rutinas llenas de humor ha sido parte de varios programas de radio y televisión en los que ha divertido a los colombianos.

Pero, no todo en la vida del humorista nacido en Neiva, Huila, ha sido fácil, dado que también tuvo que enfrentar un complejo momento en el embarazo de sus gemelos, pues por poco todo termina en tragedia por un mal diagnóstico.

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En una entrevista para el programa Se dice de mí de Caracol Televisión, Jhovany Ramírez se refirió a los difíciles momentos que vivió junto a su esposa, Derly Castaño, de la que se enamoró desde que eran unos niños.

“Yo me enamoro de ella cuando yo tengo cinco años y ella siente, ella se va y cuando por fin aparece, aparece en Florencia, Caquetá, me voy donde ella, le pinto pajaritos en el aire, le digo que se venga para Neiva, le conseguí trabajo en Neiva, vivió conmigo en mi casa con mi mamá”

Con el paso de los años, la relación se fortaleció y la familia creció, incluso, en un embarazo múltiple tuvieron gemelos, pero un error en el diagnóstico del embarazo por poco provoca una tragedia, pues el médico que los atendió en un primer momento confundió el segundo bebé con un tumor.

“Cuando dice que está embarazada, entonces yo le dije que bendito sea mi Dios, y le hacen la ecografía y le dicen que tiene un bebé y un tumor y entonces el man de allá, irresponsable entre otras cosas, le dice que si quiere le aplica una inyección para el tumor. Yo le dije que se viniera para Neiva y aquí que la miré un especialista, entonces llegó y resulta que el tumor está en el colegio”, dijo entre risas.

Los inicios de Jhovanoty

No ha sido fácil para Jhovany Ramírez llegar a ser un humorista respetado en el país, por lo que en la entrevista recordó con emoción sus inicios y primeros años que vivió en una casa del barrio las palmas en Neiva.

“Una taberna que existían en el barrio las palmas, nosotros vivíamos enfrente, todo el mundo la conocía como Puerto Machete porque cada ocho días era machete. Ya dentro de la rutina de nosotros era poner cartoncitos en la ventana por si de pronto entraba una piedra y un día nos pusimos de chismosos a mirar una pelea y por allá hubo un disparo y nos mataron un perrito”
Jhovanoty explicó que no tenía dinero para viajar hasta Bogotá y ser parte de un programa de humor - crédito @peretantico/Instagram
Jhovanoty explicó que no tenía dinero para viajar hasta Bogotá y ser parte de un programa de humor - crédito @peretantico/Instagram

Gracias a Lina Ortega, su mamá, Jhovanoty logró hacer sus primeros pinitos en el humor junto a un payaso conocido como Repollito, con el que tuvo la oportunidad de descubrir su habilidad para imitar voces y que le dio la oportunidad de comenzar a crear rutinas y así hacer parte de Sábados Felices.

“Yo le escribía los libretos a otro concursante, era un libreto de dos, o sea para un dúo, pero al otro concursante no le llegó su compañero entonces me dijo: ‘Hermano no tengo a nadie más que conozca ese libreto sino usted, ¿le hace?’ y me vine para Bogotá, pero no tuve que hacer casting, entonces llegó a Bogotá, nos presentamos y nos va como un rejopo porque nos fue súper mal”

Luego de su primera aparición, Jhovanoty buscó la oportunidad de vincularse de lleno al programa de humor que se transmite en la televisión colombiana, aunque reconoció que recibió ayuda de Gerly Hassam Gómez Parra, también conocido como Hassam.

“Hablo con Hassam y le pregunto cómo hago y me dijo: Hermano usted mándeme su rutina’ y yo le dije: ‘Yo le puedo mandar la rutina escrita?, le digo la verdad es que yo no tengo plata, no tengo plata para desplazarme hasta acá porque un tiquete costaba 60.000 pesos, otros 60.000 de ida, más hotel de esa noche, ayúdeme de alguna manera, entonces me dijo: ‘Mándeme la rutina escrita, yo la reviso y si está bien graba’. Entonces, así fue que empecé en Sábados Felices”
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