Por la muerte de un menor de 15 años en la URI de Puente Aranda, Procuraduría abrió investigación a policías

En un hecho que ha conmocionado a la ciudadanía, la Procuraduría General de la Nación ha iniciado una rigurosa indagación contra varios miembros de la Policía Metropolitana de Bogotá por la muerte de un joven de 15 años ocurrida en la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Puente Aranda.

El trágico incidente, registrado en diciembre de 2023, ha generado un profundo dolor entre los familiares del menor, quienes exigen justicia para evitar que el caso quede impune. Según la versión oficial, el joven fue aprehendido junto a otro individuo bajo la acusación de intentar robar una camioneta de lujo en la localidad de Engativá, al occidente de Bogotá.

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La madre del adolescente, cuya identidad se mantiene protegida en diferentes medios colombianos, alega que los uniformados cometieron irregularidades al realizar la prueba balística.

En un testimonio con City Tv, afirmó: “A mi niño lo mató un policía, uno le disparó con el taser y el otro policía fue el que me le disparó directamente al pecho”.

En contraste, las autoridades sostienen que el menor, tras ser judicializado, intentó huir en el vehículo robado, lo que desencadenó en un presunto disparo por parte de uno de los agentes, causándole la muerte. Esta versión ha generado escepticismo entre los allegados, quienes claman por el esclarecimiento de los hechos.

En el transcurso de esta fuga se produjo, según la versión “oficial” de las autoridades un disparo que alcanzó al menor en el pecho, causándole la muerte; sin embargo, todo el procedimiento se había realizado dentro de los protocolos establecidos por la institución

La Procuraduría, ante la gravedad del caso, ha anunciado la realización de pruebas exhaustivas para obtener claridad sobre lo sucedido. Aunque ha transcurrido casi un mes desde el incidente, la falta de información ha incrementado la angustia de los familiares, quienes buscan respuestas sobre las circunstancias que rodearon la muerte del joven.

Este episodio subraya la necesidad de una investigación a fondo para determinar si los agentes de la institución tienen responsabilidad disciplinaria por el uso de armas en medio de un procedimiento. La Procuraduría, mediante testimonios y documentos, se propone esclarecer las acciones llevadas a cabo y brindar justicia a una familia en busca de respuestas.

“En el momento en que mi hijo se baja del bus, él sale a correr, yo salí a correr detrás de él gritándole ‘Kevin’, y yo le grité a los policías que no le fueran a disparar. En el momento en que mi niño se sube al carro, el policía le disparó y le disparó en el pecho y me mató a mi hijo”, indicó la madre del menor en diálogo con Citytv, en diciembre de 2023.

Según la mujer, hay videos de cámaras de seguridad donde aparece todo lo ocurrido, “lo único que no les aparece a los de la Fiscalía es el momento en el que el policía le dispara al niño. Yo solo pido que por favor se haga justicia porque yo sé que mi niño cometió un error, pero el policía no tenía derecho a disparármele al niño y matármelo”, aseguró la mujer para el medio ya mencionado.

Según conoció el equipo de Infobae Colombia, el menor ya contaba con tres anotaciones por diferentes delitos y presuntamente, la madre y su padrastro estarían involucrados en el intento de funga.

“Ese día en el hospital es cuando mis hermanas escuchan cuando un policía de ellos empieza a mandar a los demás que fueran a mirar las cámaras para que borraran rápido. Los policías que estaban custodiando a mi niño se rompieron las bolsas que les ponen para hacer el examen de si habían disparado. Ellos no tenían por qué romperse esas bolsas tampoco”.