Un nuevo hecho de sangre se presentó en el barrio Las Nieves, en el sur de Barranquilla, hasta donde llegaron dos sicarios disfrazados de domiciliarios para acabar con la vida de un hombre de 45 años, identificado como César Alberto Navarro Peñate.
Los hechos se produjeron en la mañana del jueves 11 de enero, cuando Navarro Peñate salió de su vivienda al encuentro de los presuntos repartidores. Fue en ese momento cuando los criminales hicieron múltiples disparos y la víctima recibió impactos de bala en el cuello y en uno de sus brazos.
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Pese a la rápida reacción de los residentes de la vivienda ante la situación, el intento por trasladar a la víctima a un centro médico fue insuficiente, pues la herida del cuello fue de gravedad y el hombre perdió la vida.
Entre tanto, los testigos del hecho indicaron que los gatilleros huyeron del lugar en un taxi que los estaba esperando a escasos metros de la casa de Navarro Peñate, hasta donde llegaron unidades de la Policía Judicial y personal de Medicina Legal para recolectar el material probatorio necesario y hacer la inspección técnica del cadáver.
Las autoridades indagan en el sector para determinar si hay alguna cámara de seguridad que pueda dar pistas sobre la ruta de huida de los gatilleros, así mismo, revisan los antecedentes judiciales de la víctima, ya que el método de homicidio empleado es característico de grupos criminales que delinquen en la zona como Los Costeños y Los Pepes, que son rivales y, pese a estar en tregua, podrían ser los responsables del crimen.
Otros casos de sicarios disfrazados de domiciliarios
Solo entre septiembre y octubre de 2023 se presentaron tres casos de sicariato en los que los homicidas se disfrazaron de repartidores de comida para acabar con la vida de sus víctimas.
En la noche del 27 de septiembre fue asesinado en el barrio Villa Estadio de Soledad (Atlántico) Gregory Jesús Diago Castellanos, un hombre de 25 años que fue ultimado a tiros por un asesino disfrazado de repartidor de Rappi.
De acuerdo con los testigos del hecho, el criminal motorizado llamó a la puerta de la víctima y cuando salió le disparó en cinco oportunidades. Pese a que varias personas ayudaron a la víctima, la gravedad de las heridas causaron su muerte en un centro médico de la ciudad.
Las autoridades indicaron que el sicario se habría equivocado de víctima, ya que Diago Castellanos no había pedido ningún domicilio y no tenía amenazas en su contra.
Otro caso similar sucedió en la tarde del 3 de octubre, cuando dos hombres disfrazados de repartidores ingresaron hasta un supermercado Ara en el norte de Barranquilla donde, sin mediar palabras, asesinaron a un cliente y a un vigilante en su huida.
Las autoridades identificaron a una de las víctimas como César Alberto Molina Chávez, alias Checho, un peligroso sicario que había pertenecido a Los Costeños y que previo a su muerte trabajaba para Los Pepes, donde era uno de los hombres de confianza de Digno Palomino y se encargaba de la seguridad de su madre.
Al parecer, el homicidio de alias Checho fue ordenado por Jorge Eliécer Díaz Collazos, líder de Los Costeños, lo que desencadenó la muerte de siete personas en dos masacres perpetradas en Malambo y Soledad entre el 21 y el 23 de octubre.
El tercer suceso de iguales características sucedió en la noche del 27 de octubre, cuando gatilleros disfrazados de domiciliarios llegaron hasta el local de tatuajes Only Tattoo y asesinaron al dueño del local y tatuador Joiner Alexánder Almanza Rivera y a su cliente, Nicolás Caballero Orozco.
La Policía de Barranquilla pudo establecer que Nicolás Caballero era primo de Ismael Caballero, un abogado asesinado semanas antes, ambos señalados de ser el lavadores de dinero de Los Costeños y del clan Vega Daza, masacrado a mediados de junio del año pasado.