A solo diez días del comienzo del mandato de Federico Gutiérrez, persisten en sus puestos diversos directivos heredados de la administración anterior. Estos funcionarios, cuya eventual remoción podría significar un alto costo para las arcas públicas, mantienen sus cargos en la administración de la ciudad.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel y en Google News.
La información proporcionada por el concejal Alejandro De Bedout, perteneciente al partido Creemos, indica que son 58 los altos funcionarios que, hasta el momento, no han dejado sus posiciones y se muestra reticentes a renunciar. Esta situación podría conducir a que la administración deba enfrentarse a la obligación de entregar indemnizaciones costosas, lo que generaría un impacto considerable en el presupuesto del distrito.
Según De Bedout, Ruta N, la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) y la Empresa de Seguridad Urbana (ESU) aún cuentan con una cantidad significativa de directivos del equipo del exalcalde Federico Gutiérrez. Esta situación fue objeto de crítica en la reciente sesión del Concejo de Medellín.
Durante la sesión del Concejo del pasado martes, De Bedout confrontó al congresista y anterior candidato a la alcaldía Juan Carlos Upegui, responsabilizándolo indirectamente por la permanencia de estos funcionarios. De Bedout instó tanto a Upegui como al exalcalde Daniel Quintero a influir sobre estos directivos para que presenten su renuncia y no esperen a recibir indemnizaciones costosas, las cuales serían financiadas por los recursos de los ciudadanos de Medellín.
La controversia destaca la permanencia de 25 directores en Ruta N, 22 en la EDU y 11 en la ESU que fueron parte del gabinete de Quintero. Estas cifras han alimentado el debate sobre la gestión de los nombramientos públicos y las repercusiones fiscales derivadas de las posibles indemnizaciones. De Bedout señaló en la sesión del concejo del martes 9 de enero: “le pidió a él [Upegui] y al exalcalde Quintero que le dieran la directriz a estos funcionarios que renunciaran”. El costo de las compensaciones, consideradas “millonarias” por el concejal, ha avivado la preocupación sobre el impacto financiero en el presupuesto de la ciudad.
El dilema surge a raíz de la transición gubernamental y pone sobre la mesa la cuestión de la gestión eficiente de los recursos públicos. La permanencia de los citados funcionarios en la estructura gubernamental plantea un desafío al nuevo gobierno, que debe considerar los costes y beneficios de cada decisión relativa a la renovación del equipo directivo.
Por el momento, no se han anunciado medidas concretas respecto a cómo abordará Gutiérrez esta situación. La comunidad espera por soluciones que concilien la necesidad de una administración renovada y la responsabilidad fiscal. Los próximos pasos del alcalde serán, sin duda, determinantes en la configuración de su equipo de trabajo y el manejo del presupuesto municipal.
Otros despidos que hubo en EPM
María Camila Villamizar, ex secretaria privada del exalcalde Daniel Quintero, fue destituida de su puesto ejecutivo en Empresas Públicas de Medellín (EPM), junto con otros 12 colaboradores vinculados a la anterior gestión. La desvinculación de estos cargos conlleva una indemnización estimada en $70 millones de pesos para Villamizar, debido a que no aceptó renunciar de manera voluntaria.
Con el cese de Villamizar, quien había obtenido su posición durante la administración de Quintero, EPM enfrenta también la obligación de indemnizar al resto del grupo despedido. Estos empleados habían sido incorporados a la empresa de servicios públicos representando intereses específicos de la gestión pasada.
A pesar de la salida de Villamizar y sus compañeros, no se han brindado detalles sobre si estos cambios responden a una reestructuración interna o a un cambio de enfoque estratégico por parte de la nueva dirección de EPM. Mientras tanto, las indemnizaciones de los demás empleados dependerán de sus respectivas situaciones contractuales y antigüedad en la empresa.
La situación con Villamizar, quien ocupaba una de las posiciones de mayor relevancia en la empresa, genera debate sobre las implicaciones financieras y organizativas de cambios administrativos en entidades de gran envergadura como Empresas Públicas de Medellín. Por lo pronto, la empresa no ha realizado declaraciones oficiales acerca de la dirección que tomará tras estos despidos.