El centro comercial Mallplaza, ubicado sobre la carrera 30 (avenida NQS) en Bogotá, manejado por una operadora chilena de centros comerciales, inauguró un local que beneficia a quienes suelen estar en el mundo del comercio electrónico.
El centro comercial anunció su colaboración con la tienda emergente o startup Instance para la apertura de su primera dark store en Bogotá.
Este nuevo concepto de tienda sin exposición al público, en Mallplaza, tiene como objetivo principal acelerar las operaciones del comercio electrónico en la capital colombiana. Allí, según información del portal económico Valora Analitik, se va a establecer un espacio de quinientos metros cuadrados dedicado exclusivamente a este servicio.
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Esta ubicación se considera una prueba piloto que, de resultar exitosa, se extendería a otras operaciones en Colombia. De hecho, también sería la pionera de esta operadora chilena que tiene vínculos con Falabella y hace presencia en otros países de la región como Chile y Perú.
La ‘tienda oscura’ operará como un centro de distribución diseñado para satisfacer las crecientes demandas del comercio electrónico, permitiendo una mayor agilidad en la preparación y entrega de pedidos. Este modelo innovador busca ofrecer a los consumidores una experiencia de compra en línea más eficiente y conveniente.
Para las tiendas que ya tienen una presencia en línea, la colaboración ofrecerá una solución completa para que las marcas desarrollen sus estrategias de venta directa al consumidor tanto en el comercio electrónico como en plataformas de mercado.
Hasta el momento, la alianza ha establecido colaboraciones con marcas reconocidas como L’Oreal, Hasbro, P&G y Mars, dentro del centro comercial bogotano.
¿Qué es una ‘dark store’ o tienda oscura?
Una dark store es un tipo de establecimiento comercial físico, pero no abierto de forma presencial, que ofrece precios competitivos en el mercado, así como cupones para las primeras compras, descuentos y, en algunas temporadas, incluso servicios de domicilio gratuitos, explica la Acis (Asociación Colombiana de Ingenieros de Sistemas). Entonces, aunque se destina espacio para los productos, estas tiendas no tienen atención al público y se dedican a las ventas digitales.
En palabras más simples, una tienda oscura es un tipo de “bodega” que pueden compartir diferentes marcas que sirve más a la distribución que a la venta de productos, pues este último proceso se realiza en las plataformas web de los comercios o por redes sociales.
Otro ejemplo de estas es Merqueo, que garantiza la disponibilidad de sus productos al contar con bodegas equipadas con miles de ellos para satisfacer la demanda diaria de pedidos, pero que no tienen usuarios que puedan ir presencialmente a consultar lo que está en venta.
La tendencia es que las dark stores continúen creciendo en consonancia con el auge del comercio electrónico. Estas se destacan por su eficiencia en las entregas, facilidad de compra y ahorro de tiempo. No obstante, hay quienes siguen prefiriendo las compras en directo, por lo que son una alternativa a las formas usuales en las que operan las tiendas.
De hecho, desde 2019 estos establecimientos son comunes en Estados Unidos y algunos países de Europa. “La gente quiere la entrega rápida porque la velocidad es cada vez más importante”, mencionó Xavier Budet, profesor de Economía de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC), hace cinco años en diálogo con BBC Mundo.
Incluso, algunas tiendas que no tienen tantas ventas según lo esperado son cerradas, se convierten en “dark stores” y terminan siendo rentables, un ejemplo de ello es el conocido supermercado Tesco, en Inglaterra.
Este es el panorama del <i>ecomerce</i> en Colombia
El panorama del comercio electrónico en Colombia ha experimentado una transformación significativa después de la pandemia del covid-19. En el año 2021, este sector alcanzó uno de sus momentos más destacados, y un año después, los datos de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE) revelan que siguió su tenencia de crecimiento, aumentando en un 38,4% en 2022 con respecto al 2021.
Según el informe para Colombia de We Are Social, se estima que para inicios de 2024 hay 39 millones de usuarios de internet en el país, representando un aumento del 2,5% en los últimos dos años. Este incremento en la conectividad ha contribuido de manera significativa al auge del comercio electrónico.
Las expectativas para el cierre del 2023 eran ambiciosas, pues se proyectaba alcanzar una cifra de cierre de 64 billones de pesos en ventas por comercio electrónico, cifra que está por corroborarse. Este pronóstico resalta la creciente confianza de los consumidores colombianos en las plataformas en línea, así como la adaptación de los comercios tradicionales hacia un modelo digital.