Nuevamente los peajes humanos (retenes ilegales que hacen personas de la comunidad) en La Guajira cobraron la vida de un habitante local; esta vez, de un menor de edad que, según la Alcaldía de Uribia, habría sido arrollado por una camioneta con varios turistas a bordo, en la vía que conduce al Cabo de la Vela.
Según teorizan las autoridades, el niño se encontraba en compañía de otros menores a mitad de la vía, pidiendo dulces, golosinas, juguetes o efectivo a quienes pasaban por la zona, rumbo a uno de los mayores atractivos turísticos del departamento.
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Sin embargo, los padres e la víctima aseguran que se encontraba caminando hacia su ranchería, luego de salir en busca de provisiones, entre ellas, combustible.
“Hoy, el turismo desaforado que cabalga violento por nuestros territorios ancestrales, le robó la vida a un niño wayuu de tan solo 12 años, un niño que incauto intentaba tal vez, llamar la atención de los vehículos que transitan a alta velocidad por estos territorios”, denunció la ONG Nación Wayú.
La noticias fue confirmada por el secretario de Gobierno de Uribia, René Lindarte: ”Un menor de la etnia wayú, perdió la vida a causa de que fue arrollado por un vehículo que transportaba turistas desde la Alta Guajira. Gracias al aviso oportuno de los familiares, el carro fue detenido en un puesto de control de la entrada del municipio y puesto a disposición de las autoridades”.
Y es que, ocurrido el accidente, el conductor de la camioneta y sus demás ocupantes se habrían dado a la fuga, dejando al pequeño sobre la graba, con heridas que, casi de inmediato provocaron su muerte.
Por suerte, autoridades se encontraban en la zona por cuenta de las vacaciones, reforzando los controles de prevención y seguridad. De ahí que, a unos metros, en el puesto de mando unificado lograran detener a la camioneta, luego de ser alertados por la comunidad.
“Gracias a la oportuna reacción del dispositivo de seguridad implementado para esta temporada turística, se logró la retención del vehículo involucrado en el puesto de mando unificado”, manifestó a través de un comunicado de prensa la Alcaldía municipal.
Aunque, en su pronunciamiento, destacaron: “Cabe resaltar, que este incidente no ocurrió de manera premeditada sino que se debe a la falta de conciencia por parte de los visitantes que ofrecen dulces a cambio del paso en los diferentes peajes artesanales ubicados en las vías que conducen hacia los atractivos turísticos y que, a pesar de los innumerables esfuerzos que se hacen con las diferentes entidades para concientizar tanto a los turistas como a las autoridades tradicionales acerca de esta problemática, no dejan de representar un peligro inminente para los menores”.
Los familiares de la víctima y el conductor acordaron conciliar “por los usos y costumbres de la etnia wayú”, en medio de un diálogo del que formaron parte la Secretaría de Asuntos Indígenas, Secretaría de Gobierno, Secretaría de Turismo, Cultura y Deporte, Inspección de Policías y la comunidad, con la Alcaldía como mediadora.
Este es el segundo accidente registrado en retenes humanos, en cuestión de un mes, pues, apenas en diciembre del 2023 una mujer y un hombre resultaron heridos luego de utilizar una cuerda para intentar que los turistas se detuvieran y les dieran regalos.
De ahí el llamado de la Alcaldía: “A las autoridades tradicionales, a los padres de familia, a los turistas y a la comunidad en general; les reiteramos que por favor no permitan que nuestros niños continúen arriesgando sus vidas en las vías ya que ningún dulce podrá recompensar una vida. Si de verdad queremos contribuir a mitigar este flagelo, los invitamos a que articuladamente busquemos las estrategias que permitan la recepción de ayudas de una manera segura”.