Estas eran las novias de los cabecillas del Clan del Golfo, incluyendo una conocida influencer, que manejaban una fortuna superior a los 13 mil millones de pesos

En trabajo conjunto de la Policía Nacional y la Fiscalía General, lograron la captura de cuatro mujeres en Turbo (Antioquia), Turbaco y Cartagena (Bolívar), por presuntamente administrar las finanzas de miembros capturados del clan del Golfo.

De acuerdo con información de las autoridades, estas personas eran las que les manejaban las finanzas criminales a delincuentes por medio de la compra y venta de bienes e inmuebles que habrían administrado el dinero proveniente de actividades ilícitas, así como de la administración de plata en efectivo, y le daban apariencia de legalidad a dichos ingresos.

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Durante el operativo llamado Némesis, los agentes dieron con Yulisa de las Aguas Contreras, Vilma de León Baldiris, Sandra Hernández Fuentes y Linet Zuluaga Torres, quienes deberán responder por el delito de lavado de activos en concurso con enriquecimiento ilícito de particulares.

Según con la investigación, las mujeres fueron compañeras sentimentales de tres hombres que ya fueron capturados extraditables: Erik Renhals Pertuz, alias Chichis, Antonio Ballesteros Vecino, alias Toño y Juan Camilo Molina Medina, alias Camilo. Los hombres capturados estarían vinculados con líderes del Clan del Golfo como Jorge Eliecer Castaño Toro, alias plástico, Darwin Abad Sierra, alias 17 y el mismo alias Otoniel.

Además, las autoridades señalaron que “las cuatro capturadas fungían como presuntas administradoras de complejos turísticos, casas lujosas, bodegas, botes, establecimientos de comercio y de dinero en efectivo ilícito que mezclaban con dineros producto de actividades licitas de los bienes ocupados, logrando así enriquecerse ilegalmente en nombre propio y a favor de terceros en aproximadamente 7 mil millones de pesos cada una”.

A la par de las capturas se adelantaron 55 medidas cautelares de extinción de dominio sobre bienes muebles e inmuebles en tres departamentos:Antioquia, Bolívar y Chocó. Allí se establecieron medidas cautelares sobre 19 inmuebles, 21 vehículos, 10 establecimientos de comercio, cuatro sociedades comerciales y una embarcación . La fortuna está avaluada en los 13.300 millones de pesos, y habría sido obtenidos con dinero producto del envío de estupefacientes a Estados Unidos. Todos estos bienes fueron dejados en manos la Sociedad de Activos Especiales (SAE).

Finalmente, las cuatro mujeres fueron presentadas ante un Juez de Control de Garantías, el cual legalizó su captura y aplicó medida de aseguramiento privativa en sus residencias.

Hay que tener en cuenta que Francisco Barbosa, fiscal general saliente de Colombia, reveló los logros destacados en el combate a organizaciones criminales, entre ellas el ELN, disidencias de las Farc, y el clan del Golfo. Barbosa detalló la judicialización de más de 6.600 integrantes de dichos grupos, enfatizando en las acciones contra el clan del Golfo, con más de 1.800 líderes procesados y la captura de su máximo líder, Dairo Antonio Úsuga, conocido como Otoniel.

El Clan del Golfo busca expandir su influencia delictiva en Colombia al extender operaciones en zonas estratégicas para dominar actividades ilícitas. El general Luis Mauricio Ospina, comandante del Ejército, reveló para el diario Nuevo Siglo que el grupo armado ilegal tiene planes de controlar ingresos procedentes del narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión en diferentes partes del país.

Estos planes incluyen la consolidación en la presencia en departamentos como Cauca, Nariño, Putumayo, Antioquia, Chocó y Norte de Santander, territorios donde las redes criminales mantienen una fuerte actividad. Ante esta situación, el Ejército ha intensificado las operaciones militares, incrementando la capacidad de las unidades y afinando las estrategias de inteligencia para contrarrestar el auge del grupo armado.

El general Ospina subrayó que la expansión del Clan del Golfo representa una amenaza continua para la seguridad nacional. Por ello, se han destinado mayores recursos y esfuerzos para mejorar la respuesta estatal. Las acciones del Ejército buscan desarticular las estructuras criminales y recuperar los territorios afectados por su presencia. Estas medidas son parte de un enfoque integral para enfrentar a uno de los grupos delictivos más grandes del país.