En la tarde del 6 de enero se registró el secuestro del registrador departamental del Chocó, Jefferson Elías Murillo, cuando se movilizaba en su vehículo junto a su pareja sentimental y otra persona en la vía que conecta a Quibdó con Istmina. Murillo fue interceptado por un grupo de encapuchados que lo obligaron a bajar del automotor.
La novia del registrador, que fue abandonada en el sitio, fue la que alertó a las autoridades sobre el secuestro de Murillo. De la misma forma, se confirmó que no había sufrido amenazas antes de este hecho, terminando con múltiples rumores que se generaron al respecto.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel y en Google News.
Aunque desde la Gobernación del Chocó se ordenó un plan candado en la zona, hasta el momento no se ha registrado el rescate del registrador, por lo que se ofrecen hasta 30 millones por información relevante sobre la ubicación de Elías Murillo y sus captores.
“La administración departamental citó inmediatamente un consejo de seguridad extraordinario, generando todo el despliegue de las capacidades en un esfuerzo articulado con la fuerza pública, y ofrece una recompensa de hasta $30 millones a quienes nos permitan información que apunte al paradero e inmediato retorno de nuestros conciudadanos a sus hogares”, afirmó a El Tiempo la gobernadora Carolina Córdoba.
Como parte de los operativos de búsqueda del registrador por parte de las Fuerzas Militares, estas han podido identificar al líder de la banda delincuencial Los Palmeños o Los Zeta, que tendrían en su poder a Jefferson Elías Murillo desde hace tres días.
Fuentes informaron a Infobae Colombia que Murillo estaría en poder de alias El Ciego, cabecilla principal de este grupo delincuencial, reconocido en la región por tener altares con armas de fuego en el que piden éxito en sus crímenes a los líderes asesinados.
Este grupo criminal tendría en sus filas a jóvenes entre los 17 y 25 años de edad, gran parte de ellos, víctimas del desplazamiento forzado que llegaron a Quibdó en búsqueda de mejores oportunidades; por lo que aceptan trabajar con Los Palmeños a cambio de grandes sumas de dinero producto de las extorsiones y peticiones de sicariato como parte de su nexo con el ELN.
Las fuentes informaron que el registrador del Chocó habría sido secuestrado para posteriormente ser entregado al ELN, revelando la identidad de los cabecillas de este grupo armado que serían los encargados de manejar la relación entre Los Palmeños y el Ejército de Liberación Nacional.
Se trataría de alias El Cholo, cabecilla de la compañía Néstor Tulio Durán, que sería el encargado de coordinar el apoyo militar con el grupo delincuencial, y alias Santiago, cabecilla del Frente de Guerra Occidental, que sería quien acepta o niega los apoyos, dependiendo de la solicitud de Los Palmeños.
El apoyo del ELN a Los Palmeños no sería solo de armamento, sino que este grupo guerrillero también se encargaría de entrenar a los miembros inexpertos de la estructura criminal, que domina gran parte del Quibdó y el departamento del Chocó.
Hasta el momento, el grupo delincuencial no ha confirmado que tengan en su poder al registrador; de la misma forma, el brigadier Nicolás Alejandro Zapata, director encargado de la Policía, confirmó que no han recibido exigencias a cambio de la libertad del funcionario.
“Tampoco se han recibido llamadas que se atribuyan este hecho o una exigencia económica, así que, estamos en etapa investigativa esperando que haya resultados. La Procuraduría General requiere al Gobierno nacional para que despliegue todo su accionar militar que permita dar con el paradero del funcionario y de todos los secuestrados”, afirmó Zapata a Caracol Radio.