El creador de contenido colombiano conocido como El Opita estuvo visitando las playas de Santa Marta y en su segundo día por la capital del departamento del Magdalena decidió grabar un experimento social con los vendedores ambulantes que se rebuscan la vida a orillas del mar Caribe.
Y es que, para algunos turistas, sobre todo extranjeros, puede resultar abrumador el volumen de vendedores ambulantes que ofrecen sus productos, ya que, incluso, entre ellos suelen pelearse por los clientes.
Pues bien, El Opita decidió que compraría todo lo que llegaran a ofrecerle en un lapso de 10 minutos. Desde las 11:20 a.m. y hasta las 11:30 a. m. se acercaron a su lugar en la playa once comerciantes con accesorios, alimentos y servicios varios que el creador de contenido se dio la oportunidad de probar.
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El primero fue un vendedor de collares y a este le siguieron dos vendedoras de tinto, dos de mariscos, uno de churros, otro de helados, uno de frituras, uno de caramelos e, incluso, uno de tecnología. En total, fueron $78.500 COP, unos 20 dólares o 18,50 euros, al cambio de enero del 2024.
- Collar: $13.000 COP.
- Tinto: $1.000 COP.
- Ostras: $3.000 COP.
- Churros: $5.000 COP.
- Foto con botarga de Mickey Mouse: $1.000 COP.
- Bafle: $30.000 COP.
- Helado: $4.000 COP.
- Platanitos picantes: $5.000 COP.
- Tinto: $1.000 COP.
- Paleta de dulce: $500 COP.
- Ceviche mixto: $15.000 COP.
El Opita se mostró satisfecho con el precio y cada uno de los productos que adquirió en poco menos de un cuarto de hora; lo que llamó la atención de sus seguidores, muchos de ellos molestos por los precios excesivos de algunos negocios en otras ciudades costeras:
“La gente debería ver este video y así darse cuenta que no en toda la costa se manejan precios altos”, “Grande, bien por el apoyo”, “¿Fueron 78.500 sin contar (alquilada por horas de) la carpa (...) Menos mal fueron solo 10 minutos”, “Que ganas de ir, muy económico todo”, “Santa Marta, como siempre, muy económica. Gracias, gente linda que no abusa de los turistas y cuida de las playas”.
Por costos excesivos y estafas la administración de Cartagena tuvo que emitir un nuevo decreto para proteger a los turistas
Cartagena se enfrenta a una ola de estafas millonarias a turistas extranjeros y, en respuesta, el alcalde Dumek Turbay tomó nuevas medidas con la expedición del Decreto 003 de 2024.
La denuncia más reciente, probablemente, sea la de un cobro por 18 millones de pesos (aproximadamente 4.700 dólares) a una visitante de nacionalidad canadiense, luego de utilizar un servicio de cocheros por el centro de la ciudad.
Asimismo, se reportó el cobro excesivo de dos millones de pesos (alrededor de 520 dólares) a dos turistas alemanes por un almuerzo. Y el de siete millones a dos argentinos por unas limonadas de mango.
Dichos incidentes han encendido las alarmas en el el Palacio de la Proclamación por la imagen que extranjeros víctimas de robo estarían haciéndose de La Heroica.
Es así que el nuevo decreto aboga por la transparencia en la información de precios y servicios. Conforme a este, se exige el cumplimiento de la Ley 1480 de 2011, la cual obliga a los prestadores de servicios informar claramente sobre los costos, incluyendo los impuestos, en pesos colombianos (COP).
En caso de inconsistencias en los precios, como tachaduras o precios múltiples, el cliente podrá optar por el valor más bajo. Además, el Departamento Administrativo Distrital de Salud aumentará el número de inspecciones para garantizar servicios sanitarios adecuados, en cumplimiento de la Ley 9 de 1979. Estos operativos incluirán también el control de emisiones de ruido en el Centro Histórico para preservar el bienestar de turistas y residentes, según El Universal.
Además, la normativa restringe el comercio informal en espacios como la calle de la Amargura y la Plaza de los Coches entre las 6:00 p. m. y las 2:00 a. m. al igual que la presencia de menores de edad en el Centro Histórico pasadas las 8:00 p. m. a menos que estén acompañados por un adulto responsable.
La administración de Cartagena está decidida en reforzar la seguridad y la experiencia turística de sus visitantes. A través de las directrices del Decreto 003 de 2024, busca no solo proteger a los turistas frente a abusos económicos y preservar el tejido social y cultural de la ciudad, sino también salvaguardar a sus menores y cumplir con estándares de calidad y seguridad en servicios ofrecidos.