Es oficial que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) aceptó el sometimiento por parte de José Eduardo González Sánchez, exsubjefe de seguridad de Ecopetrol desde 1995 y 1999, por su colaboración con grupos paramilitares en la región. Desde el Tribunal de Paz se aceptó en calidad de agente del Estado no integrante de la Fuerza Pública al excapitán del Ejército Nacional.
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González, quien fue miembro del Ejército entre 1982 y 1995 para después vincularse a Ecopetrol, es señalado de brindar su colaboración para que grupos paramilitares e integrantes de las Fuerzas del Estado propagaran la política de horror y sangre a final de la década de los 90. De acuerdo con un documento emitido desde el la JEP:
“El señor Jorge Eduardo González Sánchez era excapitán del Ejército Nacional y se desempeñaba como trabajador de Ecopetrol en el área de seguridad y desde esta posición fungió como intermediario entre las AUC y distintos miembros de la Fuerza Pública, hecho que fue determinante para la planeación de las masacres”.
Precisamente desde el Tribunal de Paz se estableció que fue gracias al pasado militar de González que se logró contactar a miembros del Ejército como a integrantes de las filas paramilitares para causar los hostigamientos a presuntos guerrilleros o colaboradores de la guerrilla en Barrancabermeja, razón por la que fue aceptado por la JEP:
“En principio, esta Jurisdicción no tendría competencia sobre tales procesos y la consecuencia jurídica de ello sería rechazar su sometimiento. No obstante, dado que el compareciente aduce que fue su calidad como militar la que le permitió el ingreso a Ecopetrol y el acercamiento con miembros de las AUC, no se pronunciará el despacho sobre estas solicitudes, hasta tanto no sea escuchado en diligencia de aporte temprano a la verdad”.
En sus declaraciones entregadas a la JEP el exsubdirector de seguridad de la empresa petrolera señaló como se infiltró un sindicato al cuál se le acusaba de suministrar información a la guerrilla para llevar acabo extorsiones y atentados en contra de la compañía.
La participación de González permitió que información precisa de la población, fuese brindada a los paramilitares e integrantes del Ejército en reuniones que eran coordinadas por el exsubdirector de seguridad:
“El rol desempeñado por el compareciente contribuyó de manera directa a la consolidación de la estrategia de las AUC de hacerse al control de la ciudad de Barrancabermeja, sembrando pánico en la población civil, a través de incursiones violentas en las que acabaron con la vida de personas señaladas como integrantes de guerrillas o colaboradores de estas”.
De acuerdo con la JEP ‘el rol de intermediario y facilitador’ de González permitió que el excapitán del Ejército conociera de primera mano los atentados y acciones violentas de los paramilitares mucho antes de que fueran ejecutadas. Así mismo se logró establecer que también permitió el uso de recursos propios de la compañía para transportar armamento e integrantes de las filas paramilitares.
Un helicóptero de referencia UH1H habría sido el facilitado a las milicias de las AUC: “para apoyar transporte de personal, de municiones y logística para las Autodefensas (SIC)”, dice la decisión de la JEP”.
Como medidas de reparación, González ofreció entregar una finca y un proyecto productivo que beneficiaría a las víctimas del conflicto. Sin embargo desde el Tribunal de Paz se ha señalado que sus propuestas carecen de detalles sobre su implementación y financiamiento. Por lo que se le ha otorgado a González un plazo de diez días para detallar su contribución a la verdad y clarificar sus ofertas de reparación.