Con la creciente dependencia que tienen las personas por los smartphones para el manejo de información personal y financiera, se ha incrementado el riesgo de estafas telefónicas y por SMS. Es crucial aprender a identificar estas estafas para prevenirlas y así poder informar y proteger a familiares y amigos.
La empresa de origen ruso Kaspersky, especializada en seguridad informática, clasificó las estafas en cuatro tipos principales. Las estafas de virus en celulares se manifiestan mediante alertas falsas sobre problemas en el dispositivo para inducir la descarga de apps maliciosas.
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La suplantación de identidad por SMS (mensajes de texto) involucra el envío de enlaces fraudulentos. Por otro lado, las estafas por correo de voz fingen ser llamadas legítimas, y las conocidas como estafas de llamadas que solo suenan una vez buscan que la víctima retorne la llamada, generando costos. Estos métodos requieren especial atención para evitar comprometer la seguridad personal.
Las estafas de virus en celulares generan alertas engañosas que pretenden convencer al usuario de que su dispositivo está en riesgo, instándolo a instalar aplicaciones que comprometen la seguridad de sus datos.
En cuanto a la suplantación de identidad a través de SMS, los delincuentes envían mensajes que contienen enlaces dañinos, que llevan a sitios fraudulentos, o incitan a llamar a números que pueden resultar en cargos excesivos o robo de información.
Dentro de las estafas por correo de voz, los estafadores solicitan información personal, haciéndose pasar por entidades confiables. En el caso de estafas de llamadas que suenan una vez, los criminales esperan que las víctimas devuelvan la llamada a números premium, generando así altos costos en la factura telefónica.
Para prevenir caer en estas trampas, es esencial estar alerta a comunicaciones no solicitadas, no proporcionar datos personales a través de medios telefónicos no verificados y desconfiar de mensajes y llamadas de números desconocidos. Verificar siempre la autenticidad de las solicitudes mediante canales oficiales y actualizar regularmente el software de seguridad son prácticas recomendadas para evitar ser víctima de estos delitos cibernéticos.
Recomendaciones para evitar ser víctima de estafas
En un contexto donde el vishing y el smishing representan amenazas crecientes para la seguridad de usuarios, expertos en seguridad informática advierten sobre la importancia de la desconfianza hacia las llamadas y mensajes de texto que solicitan datos personales.
Aclaran que los delincuentes pueden manipular los números telefónicos para simular ser entidades bancarias o crediticias. Ante esta situación, se recomienda cortar llamadas sospechosas y contactar directamente con las instituciones para verificar su autenticidad.
La recomendación de las autoridades es documentar y reportar inmediatamente cualquier intento de engaño. Se aconseja tomar nota de detalles como el contenido del mensaje, el número desde el cual se originó la llamada o mensaje de texto y reportarlo a las empresas suplantadas, muchas de las cuales cuentan con canales específicos para la denuncia de intentos de fraude, tal como Netflix, McAfee, entre otras.
Los errores de redacción y gramática en los mensajes recibidos señalan a menudo un intento de smishing. Las organizaciones legítimas se esmeran en evitar tales fallos en su comunicación oficial. Por otro lado, se insta a ponerse en contacto con el supuesto emisor de un mensaje urgente por un medio alternativo antes de realizar cualquier acción, especialmente si el número es desconocido o ha cambiado recientemente.
Por último, se alerta sobre los peligros de pulsar en enlaces incluidos en mensajes de texto dudosos. Si bien se invita a ignorar cualquier solicitud de información vía mensaje de texto, si existe alguna inquietud sobre la legitimidad del remitente, lo apropiado es hacer la verificación a través de un contacto directo y fiable.
Las pautas son claras: desconfianza, verificación y reporte son claves para protegerse del vishing y smishing, y las consecuencias pueden ir desde robo de identidad hasta pérdidas económicas significativas.