Una cadena de eventos desafortunados estuvo a punto de arruinar las vacaciones de una familia en el municipio de Puerto Rico, Caquetá, durante el puente festivo de Reyes (6, 7 y 8 de enero).
Mientras era alentado por su familia, un niño decidió utilizar la peña de un río como rodadero, para resbalarse hasta el cauce, llevado por la corriente de una pequeña cascada. No contaban con que al llegar a la zona de impacto la fuerza del agua lo mantendría sumergido, a pesar de sus intentos por salir a flote.
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Así lo dio a conocer la cuenta de denuncias ciudadanas Colombia Oscura, a través de sus redes sociales, luego de que el video se filtrara, generando una oleada de críticas contra la familia, pues el niño estaba bajo supervisión de sus tutores al momento de impulsarse por la peña.
Al verlo reducido por la fuerza del agua, intentaron ayudarlo a salir, pero, al igual que él, fueron sumergidos, uno tras a otro, hasta encontrarse cinco en la zona de impacto, luchando por salir a tierra firme antes de quedarse sin aire.
“El niño, bótenlo hacía afuera... a la señora, échenle para afuera, Dios mío, para afuera”, se escucha gritar a una mujer que pasa de las risas al pánico en cuestión de segundos. Quienes fueron sumándose a la conversación en redes sugirieron que al llegar a la zona de impacto hay que dejarse llevar por la corriente para salir a flote. Cierto o no, al intentar salir de la manera tradicional estuvieron a punto de ahogarse:
“Se nada hacia abajo y el mismo remolino te saca”, “No es motivo de risa ni quedarse grabando para obtener likes”, “La zona de impacto de una cascada, cuando llegas al final, la misma fuerza del agua te empuja hasta abajo, sin contar que se hace un remolino”, “Por poco y se les borra la sonrisa”, “La mujer que estaba grabando y riéndose no sabe lo angustioso que pudo haber sido para el niño”, “Que irresponsabilidad”, “No se trata de saber nadar o no. Hay tanta espuma y la fuerza del agua no te deja salir, yo pase por eso y no se lo deseo a nadie”, “Los padres son los irresponsables aquí”, “A quién se le pasa por la cabeza dejar tirar a su hijo desde allá”, “Casi conocen a San Pedro por imprudentes”, “Lo importante es que no pasó a mayores y ojala les sirva de aprendizaje”.
Personas desaparecidas en los ríos pueden ser encontradas a partir de un modelo matemático ¿Cómo funciona?
En Colombia, la Fundación EQUITAS ha desarrollado un innovador modelo matemático para encontrar cuerpos de los desaparecidos en ríos, en respuesta a las más de 80.000 víctimas de desaparición forzada registradas en el país.
Este modelo es fruto de una extensa investigación que incluyó la medición de cuerpos de agua y su comportamiento, brindando nuevas esperanzas a familias en busca de respuestas sobre sus seres queridos.
El proyecto fue impulsado por la microbióloga Luz Adriana Pérez y la antropóloga forense Ana Carolina Guatame, quienes en asociación con la BBC News Mundo relataron el proceso creativo detrás del modelo, que se originó al cuestionarse sobre el destino de los cuerpos en ríos colombianos, especialmente tras ser testigos de relatos acerca de cómo grupos paramilitares deshacían de las víctimas en estas masas de agua.
Este novedoso enfoque supera los desafíos asociados con la búsqueda en ríos y lagunas, un terreno mucho más complejo que el de las búsquedas en tierra.
Su proceso de análisis comenzó en el río La Miel, afluente del río Magdalena en el departamento de Caldas, que ha sido utilizado por grupos al margen de la Ley para deshacerse de cadáveres pero también, pero también ofrece al estudio las condiciones de seguridad necesarias para llevar a cabo la investigación.
Utilizando un maniquí apodado Emilio, el equipo llevó a cabo mediciones durante dos años, incluyendo la época de la pandemia del COVID-19, para desarrollar su modelo matemático y sus análisis culminaron al identificar áreas específicas conocidas como unidades geomorfológicas de interés forense (UGIF), donde serían más propensos a encontrarse restos humanos.